La velada programada para el próximo 26 de febrero en el Centro Insular de Deportes, promete y mucho. Además del combate de fondo, donde Jerobe Chocolatito Santana se disputará el título Mundial Junior de la WBC con el nicaragüense Winston El Zurdo Campos, en el semifondo estará Nebil Sultán Krissi y, en el combate preliminar a éste, se producirá el debut profesional de otro de los grandes talentos del actual panorama boxístico de Gran Canaria: Jarni Cabrera El Problema Suárez.
Jarni Cabrera Suárez (Las Palmas de Gran Canaria, 6/10/1997), se convertirá, de esta forma, en el boxeador profesional más joven de España en estos momentos, con poco más de 18 años.
Y es que a Jarni el Problema el boxeo le corre por las venas. Lo lleva en la sangre y en sus poros, no en vano su abuelo y su tío abuelo fueron destacados boxeadores en la década de los años sesenta del pasado siglo.
Porque el abuelo, por línea materna, de Jarni fue ídolo de sus vecinos del barrio de La Isleta así como de la capital grancanaria: Lelo Suárez; mientras que también su tío abuelo era muy apreciado por su devenir boxístico: Ramiro Suárez, el último púgil grancanario con vitola de olímpico. El Catedrático del ring, como le llamaban, acudió a los Juegos de México'68.
El nieto de Lelo Suárez señala que conoció a su abuelo, "pero evidentemente nunca le vi boxear, aunque muchos, como mi madre, me han hablado de su forma de desempeñarse sobre el cuadrilátero", indica.
"Nos queríamos muchísimo, pero nos llevábamos como el perro y el gato", comenta el joven púgil de La Isleta. "No me gustaba que me dijera que me parecía a él", añade el de La Isleta.
Pero aunque ahora sabe a ciencia cierta que lleva el boxeo en la sangre, su afición al deporte de las dieciséis cuerdas no le llega a Jarni precisamente por la vía familiar.
"Resulta que, cuando tenía once años, tenía mucho más peso del que me correspondía por mis condiciones físicas y edad. Por ello, para bajar de peso, mi madre me apuntó al gimnasio. Comencé a entrenar y poco a poco me fue gustando el boxeo. Y hasta aquí, en que me he decidido a pasar al profesionalismo", aclara el púgil.
"A mi me gusta mucho el fútbol, me encanta, pero no era nada bueno, nunca se me dio bien. Mi hermano -Rafael Jerony, de 22 años- sí que es bueno. Debutó en Tercera con 16 años en el Universidad, y luego ha jugado en el Huracán, Ferreras, Hespérides y Acodetti, y ahora está en el RC Victoria. Pero yo era malo, como te digo, y de ahí que me decidiese finalmente por el boxeo, que parece que se me da bastante mejor", abunda el isletero.
"Además", agrega, "a mi madre siempre le había hecho ilusión que hiciera boxeo, como hacía su padre, mi abuelo".
Jarni, que acabó secundaria el pasado curso, se ha decantado por no continuar con los estudios. "Me lo he planteado, y ahora mismo me he decidido por dedicarme de lleno y por completo al boxeo, de ahí que salte al campo profesional. Es lo que me satisface en estos momentos y por ello quiero arriesgar. Es una apuesta que espero que salga bien, porque el boxeo, aparte de gustarme muchísimo, es algo que sí se me da bien".
Aquellos que siguen su evolución, como su entrenador, Carlos Formento, señalan de Jarni que, además de ser puro talento sobre el ring, es un diamante que se está puliendo y que puede dar también mucho que hablar en un futuro inmediato. El de La Isleta se desempeña en el peso welter -desde 63,500 hasta los 66,700 kilos-, y será en esta división en la que realice su debut el próximo día 26 de febrero frente a un rival que, aún a fecha de hoy, está por definir.
Sobre el ensogado que se monte en el Centro Insular de Deportes, se verá, sea quien sea el rival, a un Jarni El Problema Cabrera Suárez, como un boxeador con algunas de las características que definieron a su abuelo: elegancia, habilidad, astucia, pegada y técnica.
