Con el arranque de la Copa del Rey en La Coruña este jueves, el encuentro contra el Dominion Bilbao Basket se presentaba para el Granca como una ITV de sus aptitudes defensivas y ofensivas. En uno de sus mejores momentos de la temporada, ya en octavos de final de Eurocup, el club claretiano se encontró con un duro test de calidad en Liga Endesa de su estado de forma ante un rival que había sido capaz de adjudicarse cinco victorias a domicilio esta temporada. Además el Granca se enfrentó a una prueba dentro de otra prueba. Anoche el Gran Canaria Arena se convirtió una evaluación continua, donde la armada de Sito Alonso no bajó la guardia en ningún momento. Pero el Granca la supo sacar con notable alto.
Sobrevolaban varias incógnitas sobre el parqué: cómo iba a reaccionar el equipo claretiano en el juego interior, si sería capaz de prolongar su estado de gracia desde el perímetro y si aguantaría el tirón de disputar doble competición cada semana. Todas estas dudas se disiparon anoche. Las piernas y muñecas de los pupilos de Aíto respondieron, y por encima de todo, lo hicieron sus mentes. 100% de concentración durante todo el choque, en especial en la primera mitad, donde el combinado vasco puso a su motor a pleno rendimiento, en especial Clevin Hannah. El base neoyorkino del Dominion Bilbao Basket fulminó la línea de 6,75 metros y Oliver poco podía hacer frente a sus habilidosas acciones ofensivas. El cuadro visitante alcanzó al descanso 57% de efectividad exterior, pero el Granca le acechaba sin aflojar la marcha: 53%.
No importaba que Hannah encestara desde una posición mucho más lejana, porque ahí estaba Newley (2/3) para responder. También Salin comenzó a carburar su máquina de fabricar triples, dos en dos posesiones seguidas que hacían voltear un tanteador inicial adverso para poner el 11-9.
A la caza del rebote
Otro de los aspectos bajo lupa fue la captura de rebotes, en especial en ataque, una de las asignaturas pendientes del equipo isleño. Pero anoche todos los efectivos del Granca se emplearon a fondo para sacarla adelante. Un total de 32 capturas, 18 defensivas y 14 ofensivas, contra 26 del bloque vasco, 23 en defensa y tan solo 3 en ataque.
Ahí residió una de las claves del enfrentamiento, en saber subsanar los errores ofensivos con otra oportunidad de cara al aro. A esa misión sobre todo contribuyeron Aguilar (4), Báez (3) y DJ Seeley (2). La pintura prometía una pugna apretada entre los techos de ambos conjuntos. Pasecniks gozó una jornada más de la titularidad, junto con Oliver, Newley, Báez y Salin. Su gran actuación en el último choque de Eurocup contra el Hapoel Jerusalén y su progresión de curso le avalaban para saltar en el quinteto inicial. El pívot letón de 20 años se las tuvo que ver con Giorgos Bogris, un jugador mucho más experimentado y robusto sobre la pintura. En los primeros compases del encuentro, el de Atenas le ganó la partida en defensa. Si contra el conjunto israelí Pasecniks no falló ningún tiro, contra el equipo vasco le faltó acierto, pero contribuyó al rebote ofensivo.
Primero Savané y luego Omic pusieron freno luego a la mole de 2,10 metros y 109 kilos. El pívot esloveno del Granca terminó como máximo anotador de su equipo con 20 puntos y cuatro rebotes, mientras que el eterno capitán aportó cuatro puntos y tres rebotes, pero su labor en los bloqueos fue fundamental para Oliver se liberara de la presión defensiva de un habilidoso Hannah. Los lanzamientos del norteamericano tiraban del coche vasco, al igual que los movimientos del escolta Dairis Bertans, el cohete letón, que estaban desajustando la defensa amarilla.
Era constante toma y daca entre ambos conjuntos. Sobre el parqué en la posición tres también se vivió un duelo reñido. Newley tenía enfrente a Mumbrú, la voz de la experiencia. La garra del alero australiano pudo con el ímpetu del barcelonés, al que le desbordó una y otra vez con sus penetraciones a canasta.
La flota de vehículos de Aíto García Reneses supo poner gasolina a tiempo para frenar el acelerón vasco conducido por Hannah, Bertans y Bogris. Era el turno de las rotaciones y sacar monturas importantes a la pista que en los últimos compromisos brillaron con luz propia, como Pangos, Aguilar y DJ Seeley.
El base canadiense sustituyó a Oliver para desatascar el motor isleño que se había quedado en 32 puntos. Omic también apareció en escena y en su lado opuesto, un debutante en ACB, Tautvydas Slezas, procedente del Cáceres de la Liga LEB Oro. Con muchas ganas de demostrar su talento a Sito Alonso, el gigante lituano cubrió bien, de inicio, al esloveno cuando posteó por primera vez.
Pero Omic hizo rugir sus motores y Slezas cedió pronto. Bogris, en su lugar, tampoco tuvo mucho margen de maniobra y de poco le valió su potencia y envergadura ante el de Tuzla. Omic también gozaba de seguridad de sí mismo fuera de su zona de confort, y convirtió un par de lanzamientos lejanos, cómodo y libre de marca, cerca de la línea de 6,75 metros.
Mumbrú recuperó ritmo de partido y se sintió aliviado cuando tenía enfrente a Oriol Paulí, que no pudo con él. Metió la quinta marcha y comenzaba de nuevo a hacer daño a la retaguardia amarilla. El intenso marcaje del Dominion Basket provocó que Salin y Paulí se precipitaran.
La entrada de nuevo en cancha de Newley contrarrestó el arreón vasco, con Mumbrú y Bertans como principales referencias ofensivas. La puntería de tres puntos del alero de Adelaida hizo que el Granca cogiera un poco de resuello con un rival asfixiante. Newley finalizó como segundo máximo anotador del cuadro claretiano.
Por su parte, Salin sudó para superar a Bertans, pero su nombre resonó de nuevo por la megafonía del Gran Canaria Arena cuando un obús de tres, marca de la casa finlandesa, vio el aro.
El lanzamientoexterior, un viaje de idas y venidas durante la primera vuelta de campeonato para el conjunto grancanario, se fortaleció en los últimos choques gracias sobre todo a la efectividad de Oliver, Aguilar, DJ Seeley, Salin y Newley. Anoche, además del alero australiano (67%), el ala-pívot granadino despuntó con 60% de acierto (3/5) y se convirtió en una muralla defensiva con seis rebotes. El Granca logró superar la ITV de calidad con firmeza.
