Incansable, fiel, soñadora, vibrante? cualquier adjetivo se queda corto para la marea amarilla que acompaña al Herbalife Gran Canaria allá donde vaya a combatir por sus objetivos. Y es que, ayer, a dos mil kilómetros de la Isla, hasta La Coruña, se desplazaron varios centenares de seguidores del conjunto amarillo para vibrar con el histórico pase a semifinales que certificaron los jugadores de Aíto García Reneses.
Contra viento y marea -y esta ciudad sabe mucho de esto- luchan los hinchas del Granca para viajar junto a él. Por carretera, mar o aire, así llegan hasta La Coruña los persistentes feligreses amarillos un año más en busca del sueño de pasar la maldita fase de cuartos -sólo una vez, en 2013, contra el Bilbao Basket, curiosamente rival de mañana en semifinales-. Gregorio García, comercial de profesión y seguidor "desde la época de Tamaraceite", afirma haber "ido a todas las Copas". Él es un ejemplo de muchos más que no han faltado a las doce ediciones que ha disputado el conjunto claretiano.
Visionarios
La fe por el equipo traspasa las fronteras del tiempo. Algunos reservan el viaje y hotel con bastantes meses de antelación. Juan José Sosa, Yaya Hernández, Nicanor Suárez y Eduardo Curbelo forman parte de esos que arriesgan sus vacaciones meses antes sin saber si el Herbalife va a conseguir quedar dentro de los ocho primeros a mitad de liga. Juan José Sosa desgrana el proceso de traslado con mero detalle: "Planeamos los billetes desde el año pasado, en el mes de julio sacamos los pasajes y el hotel lo reservamos en septiembre. Después los abonos estuvimos desde el primer día atentos para comprarlos", sentencia.
Para hacer un viaje que implica tantos vaivenes los aficionados amarillos prefieren trasladarse en grupo. Octavio García, Carmelo López Suárez, Aythami Arencibia, José Marrero, Paco Benítez y Ana Celia forman parte de un grupo de incondicionales que han acudido a la mayoría de competiciones que disputa el Granca. "Pero sobre todo somos más coperos", ríe el grupo.
Ciudad de contrastes
La importante ciudad marítima ofrece diferentes atractivos turísticos. Juan José Sosa, que además de hincha amarillo combina su afición por el ajedrez -dos deportes bien distintos- e incluso preside la Federación Insular de Gran Canaria, amplía sus planes más allá de la cancha del Coliseum de Coruña: "Mañana -por hoy- es nuestro primer día para visitar Coruña y tenemos pensado dar un paseo por el centro de la ciudad, la plaza de María Pita y sin falta ir a la torre de Hércules", subraya.
Pero no todo es alegría dentro del pabellón. Un recinto con un aforo para diez mil almas incontroladas, que vibran con el mayor de los sentimientos que le provoca su equipo, y consumen todo tipo de alimentos y bebidas, se encuentran con un problema muy grave: sólo hay una sala de baños en todo el edificio; a lo que se une el complicado acceso a las gradas con difíciles rampas hasta el alto de las filas de butacas.
"¡Mira esa cola! -señala a una fila de un centenar de personas en fila india-, es inadmisible que haya un baño para toda una grada", sentencia Octavio García.
A partir de esta noche el sueño de los insulares se hace más grande. La próxima cita de la marea amarilla en el Coliseum mañana a las 18.00 horas. (Teledeporte).
