El Real Madrid inicia esta tarde la defensa del título en la Copa del Rey de A Coruña con su duelo de cuartos de final ante el Montakit Fuenlabrada (18.00 horas/La1), un derbi madrileño en el Coliseum al que el campeón llega avisado por la derrota liguera hace un mes, un motivo más para que la maquinaria blanca encuentre sin vacilar su mejor versión. Y es que los de Pablo Laso estrenan la Copa con un emparejamiento que podía sonar a trampa si no llegaran más que avisados.

Mientras, Río Natura Monbus y Laboral Kutxa completarán (20.30 horas) el cuadro de semifinales con la disputa del último cruce de cuartos en el Coliseum, un choque en el que el momento de forma dispar entre ambos, con el potencial demostrado por el Baskonia, inclina la balanza en favor de los vascos.

El Obradoiro llega en horas bajas a su Copa, porque pese a jugar a setenta kilómetros de Santiago de Compostela, en La Coruña, está en casa. Ha perdido once de los doce partidos que ha disputado anteriormente y el último ha sido, precisamente, con su rival de cuartos de la Copa, el Laboral Kutxa, en el Fuentes do Sar donde perdió por 69-86.

Con estos antecedentes parece de locos plantearse algo, pero la Copa tiene ese poder regenerador especial. Es otra competición, nada de lo anterior cuenta, ni para bien ni para mal, y todo el mundo tiene su oportunidad en cuarenta minutos de partido.

El Obradoiro afirma haber hecho borrón y cuenta nueva en su cabeza. Quieren dar una alegría a todos los aficionados gallegos y nada importa que Baskonia les haya vencido hace cinco días.