El Granca batió en la mañana de ayer al Valencia Basket (75-78), después de dos prórrogas muy ajustadas que hicieron que el partido se decidiese por una quinta marcha del equipo isleño en los últimos treinta segundos del choque.

Fue ésta la tónica del encuentro, en el que no hubo grandes diferencias de puntos entre los dos equipos, que hicieron vibrar al recinto EXPOCoruña en lo que fue el último partido de la mañana.

Álvaro Iribarren, uno de los jugadores clave del equipo grancanario, manifestó al finalizar el encuentro que el partido fue "la espinita clavada" tras haber perdido contra el Valencia Basket en la fase eliminatoria para estas semifinales de la Minicopa Endesa.

Por su parte, Carlos Cabrera, asimismo jugador del equipo amarillo, destacó "la intensidad en todo momento que el Valencia exigió a cada uno de nosotros en este partido".