El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, admitió ayer que el ayuntamiento cuenta con un plan de contingencia ante la posibilidad de que las obras de expansión del metro, vitales para los Juegos Olímpicos de agosto próximo, no se concluyan a tiempo para el evento, como temen algunas autoridades.

"Tenemos confianza de que el metro estará listo a tiempo, pero, de cualquier forma, contamos con un plan de contingencia que está listo desde el año pasado", afirmó ayer el alcalde, en declaraciones a periodistas tras reunirse con varios colaboradores para evaluar la preparación de la ciudad para los Olímpicos Río 2016.

Paes reveló la existencia del plan de contingencia, que prevé la implantación de carriles exclusivos para guaguas, luego de que el diario O Globo divulgara el contenido de un correo electrónico enviado el viernes al Comité Olímpico Internacional (COI) en el que el alcalde dice que ha recibido informaciones de que existe "un riesgo elevado" de la que las obras de extensión del metro no sean concluidas hasta agosto.

En el mensaje, clasificado como confidencial, Paes le pide al COI que considera la posibilidad de autorizar el plan de contingencia en caso de que la nueva línea del metro no esté en funcionamiento durante los Juegos Olímpicos.

El alcalde asegura en su correo electrónico que en las últimas semanas ha intentado en vano saber lo qué está ocurriendo con las obras del metro, admite que la "información no está clara" y agrega que algunas personas le han dicho que el proyecto está "con nivel elevado de riesgo".

"Recibo informes permanentes sobre el estado de las obras, me llegan informaciones en que algunas personas aseguran que tal obra está en riesgo... eso forma parte del proceso", dijo el edil, al intentar restar importancia de su alerta y tras lamentar la filtración de un correo confidencial.

Una línea vital

La línea del metro en construcción comunicará el barrio de Barra de Tijuca, que concentra la mayor parte de las instalaciones olímpicas, incluyendo la Villa y el Parque Olímpico, con la zona sur de Río de Janeiro, la más turística y que cuenta el mayor número de hoteles y alojamientos. La línea, por lo mismo, es vital para Río 2016 debido a que todo el transporte de los asistentes hasta las instalaciones olímpicas será público.

El plan de contingencia propuesto por la alcaldía prevé la instalación provisional de corredores exclusivos para autobuses de gran capacidad entre la zona sur de Río de Janeiro y Barra de Tijuca.

Paes reiteró que confía en que las obras sean entregadas en el plazo previsto, es decir en julio próximo, pero que incluso así siempre hay que tener un "plan de contingencia" para prevenir cualquier eventualidad.

Pese a tratarse de un proyecto de claro interés de la alcaldía, las obras son de responsabilidad de la gobernación del estado de Río de Janeiro, que enfrenta actualmente una crisis financiera.

El proyecto tiene un coste de 10.300 millones de reales (unos 2.575 millones de dólares) y la gobernación alega que necesita completar los recursos con un préstamo por 1.300 millones de reales (unos 325 millones de dólares) aún no desembolsado por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES, público).