Una plata olímpica en Londres, un Mundial en Saitama, un Eurobasket con la selección española, una Copa Intercontinental con el Real Madrid y una larga y excelsa colección de más títulos nacionales e internacionales jalona el palmarés sin igual de Sergio Rodríguez Gómez (La Laguna, 1986), que ahora paladea el éxito en una Copa del Rey en la que casi nadie les daba por favoritos. Tampoco se contaba con el Herbalife Gran Canaria, rival que cayó con honores y al que el Chacho valora que hiciera "un papel extraordinario". "Jugaron muy bien", subraya el tinerfeño, que ya otea en el horizonte sus próximos grandes desafíos. Entre otros, los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

¿Cómo fue el día después de la victoria en la Copa?

Hemos ido al Ayuntamiento y a la Comunidad de Madrid. Es un día especial. Siempre que se gana, estamos todos felices y orgullosos por el éxito conseguido.

¿Fue más especial aún esta final porque pudieron verla sus padres y su hermano?

Sí. La Copa del Rey es un torneo muy especial. Es un fin de semana de muchas emociones, con todas las aficiones y con tres partidos a vida o muerte. Y sí, siempre que puede, la familia se acerca. Estuvieron conmigo mis padres y mi hermano, esta vez no mi hija y mi mujer, pero lo habrán disfrutado en la distancia. Siempre es importante sentirme arropado por mi gente, por los míos.

Habrán sufrido mucho porque el Gran Canaria lo puso realmente difícil en la final.

El Granca ha hecho una Copa extraordinaria. Jugaron muy bien, llegaron con confianza y sabíamos que en los últimos minutos iban a estar ahí. Venían de hacer dos grandes partidos y de hacer dos grandes remontadas. Por suerte, pudimos cerrar el partido y no le dimos opción.

Para alguien que tiene su palmarés, ¿ganar sabe tan bien como el primer día?

Siempre que se gana, es especial. Es cierto que estamos ahora en una inercia muy buena, muy positiva, y no quieres dejarla. Estamos aquí también por los partidos importantes que hemos perdido y por los títulos que hemos dejado de ganar. Eso te hace más fuerte y te hace valorar más lo bonito que es vencer. Esa es la clave para nosotros, seguir con ese hambre y mantener las ganas de ganar.

Las estadísticas de Laso son demoledoras.

Son cuatro años y medio increíbles. Ha cambiado todo aquí en el Real Madrid. Yo llegué un año antes. Es verdad que él nos ha transmitido muchísima confianza. Desde siempre. Y está consiguiendo algo histórico. Estamos muy a gusto trabajando con él; se trabaja muy, muy bien con Pablo Laso. Y eso para un grupo que se ve todos los días es muy importante. Conseguimos que las cosas salgan adelante y ahí están los números.

¿Sabe mejor este título porque casi nadie les daba por favoritos antes del torneo?

Ha sido un año muy complicado, con muchas lesiones. Veníamos muy cansados de los primeros seis meses y del desgaste de las competiciones internacionales que hemos tenido. Ahora espero que este título no dé un poco de aire y confianza para seguir adelante con lo que resta.

¿Qué será lo próximo?

Los partidos muy importantes de Euroliga que tenemos por delante. Son básicos para clasificarnos para el Playoff por el título de la ACB y tenemos que ganarlos, sí o sí. Espero que este título de La Coruña nos dé un empujón para afrontar el próximo mes.

¿El objetivo es alargar la buena racha lo máximo posible?

Lo que tenemos por delante es muy bonito pero tenemos que disfrutar el momento, trabajar bien el día a día y tener suerte también. Pero es cierto que acabar la temporada con los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro es muy ilusionante. No sé si será un año tan bueno como el año pasado, pero ojalá sea muy bueno también.