El Espanyol se alejó del descenso tras superar al Rayo Vallecano en Cornellá, por 2-1, en un partido de muchas revoluciones, de intercambio de golpes, en el que se adelantó en el marcador y mostró poder de reacción tras el gol del empate del equipo madrileño.

El Espanyol arrancó a lo grande. Con la intensidad y la concentración que pidió su técnico, Constantin Galca, y que diluyó las pocas intervenciones del Rayo, la más peligrosa desde las botas de Bebé.

Abraham vio puerta después de un centro medido de Marco Asensio desde la banda derecha en el minuto 12. El centrocampista marcó con un disparo seco y preciso que entró en la portería visitante pegado a la base del palo derecho.

El Rayo, fiel al estilo de Paco Jémez se lanzó de inmediato a por el empate. El intercambio de golpes es lo suyo, pero la defensa local no estaba para concesiones.

En la segunda parte, las revoluciones aumentaron y Bebé consiguió el 1-1 tras recortar a Diop en un vértice del área y asestar un latigazo cruzado, imparable.

Hernán Pérez logró un gol para enmarcar, con un trallazo que perforó la portería rayista. El 2-1 del paraguayo no cerró el partido, aunque sí revitalizó a los locales, que no tuvieron problemas para asegurarse el triunfo en la recta final.