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Amigos de gasolina

Pablo Megía, de diez años, y Darío Déniz, de ocho, se conocieron ayer en Santa Catalina y recorrieron juntos los estands de los equipos

No son amigos del colegio. Tampoco son vecinos. No tienen ningún vínculo familiar ni nada que les uniera hasta ayer. Porque en el Parque Santa Catalina, la gasolina y los motores los unió. Son Pablo Mejía, de diez años, y Darío Déniz, de ocho. Ayer, se conocieron durante sus sendas visitas al recinto capitalino donde acudieron junto a sus madres para ver de cerca a los coches y pilotos que volarán por las carreteras de Gran Canaria en el cuarenta aniversario del Rally Islas Canarias-El Corte Inglés.

Juntos recorrieron los stands de los equipos participantes en la prueba en busca de fotos y firmas con algunos de sus pilotos favoritos. Mientras esperan delante de uno de ellos, hacen sus apuestas para ver quién acabará el sábado descorchando el champán. Los dos lo tienen claro, el favorito para ellos, a pesar de lo que hizo el mundialista Mads Ostberg ayer es otro. El líder para la pareja de niños viene desde Cieszyn, una pequeña ciudad de Polonia: es Kajetan Kajetanowicz. "Creo que va a ganar, es un piloto buenísimo", dice Pablo Megía, mientras que Darío Déniz, vecino del barrio galdense de Becerril, asiente con la cabeza.

Sin embargo, por la cabeza de Darío también pasan otros pilotos. Para la segunda posición se declinan por gente de la tierra. "José Mari Ponce es rapidísimo, él puede ser el segundo", replica. Pablo ahora le devuelve el gesto afirmativo. "Se conoce superbién la carretera y eso es importante", añade. Además, su relación con el conductor grancanario. Como recuerdo, una foto de hace algún tiempo en el Rally de Arucas. La conversación entre ellos fluye con naturalidad. Abren sus guías de la competición y empiezan a ver las firmas de los pilotos que les faltan. Se lo saben todo. Equipo, piloto y montura. "También me gustan mucho Alfonso Viera y Enrique Cruz", narra Pablo con su gorra de Ferrari.

Intercambio de teléfonos

Sus madres, Isabel Bethencourt y Luci Moreno, les acompañan. Esta amistad, fruto de su pasión por la gasolina, ha acabado con el intercambio de número de teléfono de sus progenitoras. "Le gustan todos los deportes, pero lo del rally es mucho", explica Luci Moreno. "Al mío lo mismo, el rally lo tiene por encima de todo", concluye. Sin la firma de Kajetanowicz, dejan el stand y se van a otro. "Ahora volveremos", acaban.

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