Cada año, y ya en la presente se celebra la cuadragésima edición, son miles y miles los aficionados que se agolpan en la carreteras de Gran Canaria por las que pasa el Rally Islas Canarias-El Corte Inglés para disfrutar de las evoluciones de los pilotos participantes, tanto con aquellos que proceden allende los mares, peninsulares y extranjeros, como los que componen la parroquia local.
En esta edición no iba a ser menos y a lo largo de la jornada de este viernes, los tres tramos cronometrados en disputa contaron con esa enorme marea multicolor de seguidores apostados a un lado y otro de los arcenes -haciendo bueno en todo momento las indicaciones de seguridad sugeridas y hasta exigidas por los organizadores así como por la propia Federación Internacional de Automovilismo y del ERC-, vibrando con las evoluciones de aquellos de los que son fans y disfrutando con el pilotaje de todos y cada uno de los participantes. Unos con más vítores que otros, por supuesto, pues cada seguidor es un mundo y tiene sus propios pilotos predilectos.
Detrás de todos y cada uno de los asistentes a las carreteras de la Isla para seguir las evoluciones de los participantes en el rally hay una y mil historias dignas de ser contadas. Muchos de ellos, de esos fieles seguidores al automovilismo de competición en Gran Canaria, se atreven a desafiar las inclemencias del tiempo, se organizan y hasta disponen de un buen número de viandas y bebidas para aprovisionarse a fin de afrontar una dura jornada, que para muchos comenzó en la tarde-noche del día anterior cuando se desplazaron hasta el punto estratégico escogido para obtener la mejor visión en el seguimiento de los coches a su paso por donde se encuentran apostados.
Así, por ejemplo, en el tramo número dos del día de ayer, denominado Tejeda-Festina, y que discurría desde el pueblo de Tejeda hasta la entrada a Risco Blanco, de poco más de quince kilómetros de recorrido, a lo largo del mismo y en puntos estratégicos se situó un buen número de seguidores, en especial en la zona de Ayacata, donde incluso algunos cicloturistas suizos e italianos que provenían de la zona sur y arribaban a través del cruce de la Presa de Las Niñas, se acoplaban a los seguidores locales para seguir las evoluciones de los coches y, una vez finalizado el tramo y abierta la carretera, proseguir con su ascensión ciclista hasta la Cruz de Tejeda.
Un campeón sueco
Allí, en el cruce de Ayacata, apostados desde bien temprano en el amplio salón al aire libre del restaurante Bar Casa Melo, se encontraban dos parejas de turistas. Primero tomaron un mínimo tentempié y, posteriormente, degustaron una buena paella como almuerzo poco antes del paso del último de los inscritos por esa zona del tramo.
La curiosidad de un lado y otro convino en conocer que eran nacidos en Suecia y la señora mayor señala que es la madre del joven. Se expresa en inglés e indica que no están de turismo en Gran Canaria, sino que han venido expresamente a disfrutar del rally Islas Canarias-El Corte Inglés, pues su hijo Mikael, allí presente, que ha sido campeón en su país, es un fanático de los rallys.
Con la ayuda de Antonio García, un murciano que lleva más de treinta y cinco años afincado en Gran Canaria y que reside en la zona de San Bartolomé de Tirajana, uno de los encargados del restaurante -"por cierto", dice en un momento dado y entre risas-, que el carné de canario me lo dieron hace unos días", que hace de intérprete, la familia Lundberg va desgranando su historia.
Ellos son Anders, el padre; Christina, la madre; Mikael, el hijo, y Catrine, la prometida de Mikael, naturales de una localidad cercana a la capital, Estocolmo. Christina indica que Mikael ha sido campeón "12 veces" en rallys de su país y Anders puntualiza que "en montaña".
Mientras, Mikael no pierde detalle del paso de los primeros coches por la curva del Bar Casa Melo. De los primeros y de todos. Así, toma imágenes con su móvil de la pasada de Otsberg, Lukyanuk, Kajetanowicz, Monzón y con posterioridad hace un alto y se presta a dialogar un rato. No mucho, porque quiere seguir viendo cómo toman la curva los distintos pilotos con sus monturas. Al paso de Otsberg, Catrine señala, con una amplia sonrisa: "Ahí va el noruego, es casi paisano, porque también es del norte de Europa".
"Llevamos casi veinte años viniendo a Gran Canaria, y en algunas ocasiones mis padres también, tanto para asistir al Rally El Corte Inglés como en otras ocasiones al Rally de Maspalomas", señala Mikael, quien añade: "así que no estamos aquí de turismo exclusivamente. Siempre que podemos aprovechamos para estar presentes en el Rally". Y poco más, porque vuelve a su lugar de observación, pues siguen pasando los coches de la zona noble de la lista de inscritos y no se los quiere perder.
Los fans de Acorán Navarro
Mucho antes del paso del coche 0, que anuncia la inminente llegada del primero de los coches en carrera, en este caso el del noruego Mads Otsberg, en el mismo cruce de Ayacata está apostado un buen grupo de jóvenes en edades comprendidas entre la veintena y los cuarenta años.
Ellos son, según se van identificando, Mayor, Harvy, Alby, Ayoze, David, Isaí, Pachi, Leo, Lolo -que se desplazó desde Fuerteventura, donde reside-, y Mena. Un total de diez amigos, la mayoría dedicados a trabajar en la construcción, con algún mecánico y comercial también, residentes entre los barrios teldenses de San José de Las Longueras y La Herradura, "aunque yo ahora vivo en la subida de Tara, donde mismo está el ídolo", señala Mayor, que es el que lleva la voz cantante.
Mayor es otro gran fanático de los rallys. "Ha ido a un montón, tanto aquí como fuera de Gran Canaria", señala Alby. Y es que, como él mismo dice, Mayor pide "vacaciones para vivir esta semana del Rally El Corte Inglés a tope".
Así, indica que desde el pasado lunes está dedicado a vivir el Rally, y ya fue a los primeros entrenamientos en Tejeda, luego en Moya, los reconocimientos de los distintos tramos, los tests... Se encuentran acampados en la zona desde la noche del jueves. "Primero fuimos al shakedown y a la ceremonia de salida, un pase por casa, como también haremos esta misma noche -por ayer-, antes de vernos y decidir dónde vamos para ver algún tramo de mañana -por hoy-, para ver a los hijos y a la mujer, quien los tiene, y para cambiarnos, y de nuevo al rally", señala Mayor.
Todos ellos se declaran fans de un pibe del barrio, gran amigo, y que corre la Copa Toyota Yaris "en la que el año pasado quedó tercero", señala de fondo la voz de uno de ellos. Se trata de Acorán Navarro, copilotado por Omar Godinho y que será el primero de los Yaris en pasar. "El número 87, para que lo reconozca cuando pase", dice uno de ellos, pero Mayor salta rápido al quite: "el 87, no, el número 81. Fíese de mí, es el número 81". Y, efectivamente, es el número 81.
"Es un pibe del barrio, un buen amigo, y estamos con él", indica Alby, mientras todos se aprestan a recoger un poco los bártulos y colocar bien todo, antes de cambiar de ubicación física. "Los coches, evidentemente, los dejaremos aquí, pero vamos a irnos un poco más allá. Desde donde he estado mirando y nos vamos a poner, los veremos llegar bajando de Tejeda y luego los veremos enfrente, bajando hacia la meta", señala Mayor.
"Este año nos decidimos por venir aquí. Otros años hemos ido a otros sitios, pero, sinceramente, hay dos razones fundamentales para haber venido aquí este año. Una, porque en el primer tramo iba a haber muchísima gente e igual no encontrábamos una buena ubicación. Y la otra, y reconozco que la principal, porque en esta zona, hacia el sur, íbamos a estar más calentitos. Fíjate el sol que hace. En el primer tramo estarán pasando mucho frío, seguro. Nosotros anoche estuvimos a buena temperatura, lo único que hubo un poco de viento, pero todo bien", indica Mayor.
Este gran aficionado señalaba, para terminar, que ha asistido a distintos rallys por la geografía española, en especial a un par de ellos del Cataluña, que es puntuable para el mundial; y también ha ido varias veces al Rally de Portugal. "El último al que acudí fue el del accidente de Latvala. No vi el accidente en sí, pero se produjo apenas medio kilómetro después de pasar por donde yo estaba y al leerlo al día siguiente, vi que dio siete vueltas de campana cuando cayó por una barranquera con el Ford".
Y todo el equipo se va al lugar elegido por Mayor para ver la primera pasada por el tramo Tejeda-Festina. Luego, una vez que pasó su amigo Acorán Navarro, volvieron a sus vehículos para degustar un buen asadero, como el de la noche anterior, antes de prepararse para la segunda pasada del tramo, sobre la cinco de la tarde. Después, a casa y una ducha; al supermercado para comprar las provisiones para la noche y para hoy; después a reunirse en el lugar de siempre y decidir el lugar donde ya anoche pernoctarían para seguir uno de los tramos de hoy.
Es parte de las vivencias de los aficionados al automovilismo y en especial a este Rally Islas Canarias-El Corte Inglés, al que cada año esperan como si fuera agua de mayo.
