A Luis Enrique le gustaría repetir título de Liga y volver a ganar la Copa del Rey, pero no oculta cual es el objetivo que más le ilusiona esta temporada: "Nadie ha ganado dos Ligas de Campeones seguidas". El entrenador asturiano reniega de los premios individuales, como ejemplificó en su ausencia en la gala de entrega del Balón de Oro. E insiste en quitar importancia a los récords parciales que lleva logrados desde su llegada al banquillo del Barça porque sólo le interesa el balance final, la cuenta de títulos colectivos. En Europa puede dar mañana un nuevo paso con la clasificación para cuartos de final.

En la única entrevista que ha concedido al margen de las ruedas de prensa oficiales, el pasado mes de enero a Barça TV, Luis Enrique ya mostraba su confianza en cuadrar una gran temporada: "Es un equipo para batir récords: nadie ganó dos Champions seguidas, por ejemplo". El gijonés, que cerró su carrera futbolística sin jugar siquiera una final de Copa de Europa, celebró como nunca el triunfo sobre la Juventus en el Olímpico de Berlín. Es consciente de que es el título más prestigioso y el que, además, abre la opción de ganar otros dos: la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes.

La única espina clavada que tiene Luis Enrique como entrenador barcelonista es haberse quedado a las puertas del copo de títulos en un año, el sextete, como lograra Pep Guardiola en 2009. "Se nos escapó la Supercopa de España, pero veníamos de un viaje muy largo de la Supercopa de Europa y un partido muy duro. Pienso que con 24 horas de margen mis jugadores habrían descansado más y podría haber sido diferente. Fue ridículo, no había tiempo para recuperar, aunque el Athletic hizo un gran partido". Con la Liga encarrilada y clasificado para la final de Copa, Luis Enrique reinicia la cuenta.