El 10 de junio de 1985, el Aridamán Club de Hockey formalizó su registro en la Real Federación Española. Desde entonces, esta institución se ha mantenido firme en su intento por perpetuar la bola y el stick en la Isla. Una aventura que va camino de los 31 años sobre el césped, el parqué o el cemento de la cancha de un colegio. El Aridamán hoy se mantiene tan vivo como aquel día.
"Hoy creo que estamos en un buen estado de salud dentro de nuestras posibilidades. Hemos pasado por momentos malos. Ahora creo que estamos creciendo un poquito más", asegura Nayra Rodríguez. Ella se incorporó al club desde los 12 años, cuando estaba en el patio del Colegio García Lorca, en el barrio de Escaleritas, lugar de donde procede el club. Ahora, con más de 20 años de experiencia en el club, es la secretaria y directora deportiva de la entidad.
En la actualidad cerca de 90 deportistas -incluyendo las escuelas repartidas por un par de centros de la Isla- forman el Aridamán Club Hockey. "Para lo que hemos llegado a ser es un buen número de chicos y chicas. Estamos contentos con la gente que tenemos ahora", asegura Rodríguez. Un grupo de chicas y chicos que hace posible que el Aridamán haya podido sacar tres equipos a competición esta temporada en los torneos grancanarios de hockey hierba. Son el juvenil masculino, el cadete femenino y el infantil mixto. Un grupo al que se le suma el sénior masculino de la Primera División, donde acabaron primeros en la Copa de Canarias. El comienzo del Campeonato de Canarias también deja al equipo de los mayores primeros.
Estos son los equipos del club que juegan en la moqueta azul de Siete Palmas. Pero entre competición y competición sobre la hierba artificial, sus escuadras se pasan al hockey sala. Ahí consiguen formar otros tres conjuntos: el juvenil masculino, un infantil femenino y un infantil masculino. Tres equipos de cantera a los que se les unen sénior masculino y un sénior femenino, donde Nayra Rodríguez es aún parte activa. "De las escuelas donde empezamos salió un montón de gente. Con 18 empecé a llevar las escuelas y de ahí hasta este momento", explica Nayra, árbitra además de jugadora, entrenadora y directora deportiva del Aridamán. Una directiva polivalente criada en la estructura del club.
El principal objetivo del club para esta temporada no está centrado en títulos o reconocimientos a través de los puntos que se ven en la clasificación. El fin que se ha propuesto la entidad para esta temporada es simple: trabajar, aprender y disfrutar del hockey, tanto en hierba como en el parqué. "Son nuestros valores", explica Rodríguez. Crear una buena base que se lo pase bien dándole al stick es esencial para que el club pueda tener una larga vida más allá de esta generación. Un primer punto para el cual es imprescindible el apoyo de las escuelas que el club ha instalado en dos colegios de primera de Las Palmas de Gran Canaria.
Por un lado, los cursos que tienen en el colegio Gran Canaria, situado en Escaleritas; por otro, la escuela de hockey que está en el colegio Iberia, en pleno centro de la capital, donde ya llevan cerca de 15 años haciendo que los más pequeños se interesen por este deporte.
La captación en los patios de los centros escolares es básica para la supervivencia del club y del deporte en la Isla, amenazado por otras modalidades más arraigadas y más mediáticas. "Es fundamental. La Federación incluso se ha dado cuenta de ello y nos pide un esfuerzo extra para que hagamos lo posible por abrir escuelas en los colegios", agrega la directora deportiva del club. Una etapa de formación donde competir está en un segundo plano y todo gira en torno a la diversión que da la bola con el stick.
Uno de los éxitos más recientes del club está en la capacidad que tuvo para volver a levantar un equipo femenino. "El equipo siempre tuvo chicas y chicos. Las secciones se dividieron y a ellas las perdimos. Hace tres temporadas empezamos con las escuelas femeninas, que ya se han materializado hoy en varios equipos en liza". Hasta ese momento, el equipo caminaba ya hacia la década sin la presencia de chicas en su club.
Precisamente, muchas de las esperanzas de esta temporada están puestas en el equipo infantil femenino de la modalidad de sala. La dirección del Aridamán buscará intentar competir en la fase sector del Campeonato de España que se disputará en abril. El otro premio de la temporada se lo llevaron los chicos del masculino juvenil, que viajaron hasta Madrid para disputar la fase sector del Campeonato de España. "Siempre nos plantemos dos viajes al año, y esta vez les tocó a ellos. Decidimos apostar por los más jóvenes, para que vivan más experiencias", asegura.
Salir de Gran Canaria es algo esencial si quieren evolucionar como deportistas. "Nuestro nivel, en comparación con la Península, es inferior. Sin embargo aquí, si te mides con los otros dos equipos, creo que no estamos tan mal", puntualiza Nayra Rodríguez. Los viajes siempre son un quebradero de cabeza para el club, que intenta hacerse cargo del mayor porcentaje posible del mismo a través de lo que hay en sus propias cuentas. Las subvenciones del Cabildo Insular, del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y del Gobierno de Canarias son fundamentales. También la cuota anual de 80 euros que tienen que abonar los deportistas de todas las categorías. Algo con lo que también se paga la mutualidad de los chicos y chicas que cubre algún percance sobre el campo que pueda ocurrir a lo largo de la temporada.
Con "mucho trabajo", el Aridamán sigue en busca de dar vida al hockey hierba del Archipiélago. "Hay categorías donde nos cuesta mucho, como en la misma sénior femenina o la juvenil, pero vamos sacándolo adelante", sentencia.
En parte, gracias al esfuerzo de su presidente, Francisco Javier Brito, que ha conseguido reunir un grupo de entregados al hockey como son Antonio Hurtado, Eduardo Cruz, Tanausú Santana, Rubén Hurtado y Manuel Santana -como entrenador de los porteros-. Un club que sigue trabajando por y para el hockey de Gran Canaria.
