La mala suerte de Diego Mariño dio tres puntos de tranquilidad al Deportivo y dejó tocado al Levante, que daba por bueno un punto en su visita a Riazor y encajó la derrota (2-1) en los últimos minutos de partido, resultado que le deja a cuatro puntos de la permanencia.

Con dos golazos y poco fútbol, Deportivo y Levante protagonizaban una igualada en un duelo de necesidad, pero la insistencia de Lucas Pérez y el rebote del poste a la espalda de Mariño, permitió a los blanquiazules romper una serie de trece jornadas sin ganar, a una de su peor registro histórico.