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Diversión y sudor en el barro

Los participantes en el evento valoran el nuevo recorrido más duro que el de la primera edición

"Han sido obstáculos divertidos y duros. Mira como tengo los antebrazos de tensos", explica Esteban García nada más cruzar la meta. Campeón de Canarias de carreras por montaña, se inscribió a la prueba con otros objetivos más que competir. "Yo no estoy muy acostumbrado a las carreras de obstáculos. Tengo poco más de 60 kilos y tenía que tirar con pesos bastante complicados para lo que soy yo. Me viene bien para desconectar y divertirme entre prueba y prueba", explica. Ahi aún no sabía que había realizado el mejor tiempo de la Guayre Extreme 2016.

Esa sensación, mezcla de sufrimiento, adrenalina y satisfacción personal que acaba en furor al verse envuelto entre barro, superar las pruebas del camino -desde subir una soga a colgarse como un mono para avanzar por las barras en plena Calle Real de la Plaza- o deslizarse cuesta abajo desde el Pico del Rayo, es lo que llevó a la gran mayoría de participantes ayer hasta la Finca de Osorio. "La lluvia ha hecho más dura aún la prueba. Por ejemplo, la subida al Pico de Osorio fue tremenda, resbalaba muchísimo", señala García, inscrito con el 3Com Squad Gym-Ozone. Tras participar el año pasado, repitió esta vez en Teror para coronarse como el más rápido.

La euforia y la diversión lanzó también a Antonio Jorge Cruz, Paco Monzón, Jorge Ortega -decimoséptimo de la clasificación general- y Abraham González a volver a presentarse en Teror con las zapatillas calzadas y las ganas de ponerse hasta arriba de barro incorporadas. Ese sentimiento que embriaga a los participantes de la Guayre Extreme los cautivó hace ya algunos años. "La primera carrera que hicimos de este tipo fue la Bestial Race 2014 en La Ballena. Desde entonces nos enganchamos y aquí seguimos, siempre intentando buscar alguna más", narra Paco Monzón. Compañeros de trabajo, el grupo no se queda solo en cuatro integrantes. "Somos unos diez, pero no siempre podemos venir todos", continúa explicando.

El año pasado ya vivieron la experiencia de correr por la Finca de Osorio. Lo hicieron en la modalidad Bronce, donde volaron en la categoría de equipos. Reyes de los seis kilómetros, este año querían algo más. "Ganar no es importante para nosotros. Lo que buscamos es participar y superarnos cada día un poquito más", añade. La próxima será el 16 de abril en la Bestial Race de Fuerteventura. Carrera tras carrera, el grupo ha cerrado su nombre para competir: Cremería Canaria. Satisfechos con el recorrido, vuelven a señalar el Pico de Osorio -o de El Rayo- como punto clave en la carrera. Las zarzas del camino, el resbaladizo barro acumulado y la lluvia que se dejó ver durante la carrera pusieron más épica.

Algo que ya se olía Fernando Ruíz, director de la prueba organizada por DG Eventos, cuando trazó el mapa de la segunda edición de la Guayre Extreme. "Es mucho más exigente que la del año pasado. Tienen senderos más sinuosos, con zonas más técnicas", sentencia antes de acudir a estirar el gemelo de un corredor que llega exhausto a la meta situada en pleno Teror.

La nueva disposición de la entrada a meta dejó más ambiente en la carrera. En Teror coincidió ayer el mercadillo municipal, la procesión de La Burrita, los peregrinos habituales de los domingos y la Guayre Extreme. Con las calles llenas, el ánimo de la gente aupó a los corredores en los últimos metros. "El recorrido es muy bonito. Tienen dificultades, pero es precioso. Creo que lo mejor de este tipo de deportes es el contacto con la naturaleza. En eso y en la capacidad de superación radica la belleza de todo esto", comenta Sara Quesada, tercera clasificada.

Un entusiasmo que comparten Sabrina Díaz, Bárbara Quevedo y Anabel Cruz. Se conocieron hace un año en una carrera y desde entonces van juntas a todas las carreras que pueden. "Nos pegamos un par de culazos contra el suelo, pero la carrera fue muy divertida", afirma Bárbara Quevedo. Sus abrazos en la meta, la sonrisa de sus caras y las ganas de volver, las mueven cada día. La felicidad para todos los guayres está en la tierra.

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