Semana grande para el Herbalife Gran Canaria. Después del accidente del conjunto amarillo en la capital andaluza donde se llevó un soberano varapalo a manos del Baloncesto Sevilla, los de Aíto García Reneses tienen delante cruzar otra frontera para el club claretiano: volver a meterse en las semifinales de la Eurocup por segunda vez en su historia -la primera fue el año pasado, donde el Granca se jugó el título en la final frente al Khimki-. Pero antes tendrá que frenar al Stelmet Zielona Gora, un equipo que rompe los cánones estadísticos del baloncesto continental.
Porque el actual campeón de la Tauron Basket Liga es más peligroso cuando juega lejos de su pista que cuando lo hace en su propia cancha en Europa. Todas las victorias que ha logrado en la competición continental han sido fuera del CRS Hall Zielona Gora. La última, le sirvió para eliminar a uno de los favoritos al comienzo de la temporada para ganar la Eurocup: el Unics Kazán. Porque los de Saso Filipovski se cargaron al potente equipo ruso en su propio pabellón. El conjunto polaco llegó a la ciudad de las orillas del Volga con cuatro puntos de deventaja por culpa de la derrota que sacó en su cancha (68-72). Sin embargo, destrozó sin miramientos al duro escuadrón ruso en el Basket Hall Arena de Kazán por 54-71. Una diferencia de 17 puntos que dejó en la cuneta a los de Evgeniy Pashutin.
Una victoria que es la carta de presentación más fresca de cómo se maneja el Stelmet Zielona Gora lejos de sus fronteras. El trío que forman Mateusz Ponitka (14.3 puntos por partido), Dee Bost (11.9) y Vlad Moldoveanu (10.6) se crece fuera de casa. Un tridente al que se le suele unir Dejan Borovnjak, extemporero del Herbalife Gran Canaria en el curso 2010-2011. El serbio promedia 10.1 puntos por choque en la Eurocup.
Tras aterrizar en la segunda competición continental procedente de la Euroliga, donde se quedó con dos victorias y ocho derrotas, el equipo polaco ha ganado cuatro partidos y perdido otros cinco. El denominador común está en el lugar: siempre lejos de sus propios aros. Así, vencieron en la pista del MHP Riesen (73-82); tumbaron a otro de los favoritos, el Zenit de San Petersburgo (69-73) y al Umana Reyer Venice en Italia (58-68). Todo redondeado con el triunfo de categoría en los octavos contra el Unics Kazán.
Con ejemplos claros de lo que puede hacer el equipo polaco lejos de su campo, el Herbalife Gran Canaria afrontará el partido de vuelta de los cuartos de final con un colchón de 11 puntos gracias a la victoria por 82-93 en Polonia. Una buena renta que no es definitiva. Los antecedentes del Stelmet son un buen motivo para hacerlo. Pero también los momentos complicados que vivió el equipo de García Reneses frente al Limoges en los octavos de final. Los franceses, con un inicio arrollador, llegaron a alacanzar una ventaja de 11 puntos en el marcador (11-22, min. 8). No obstante, el Granca supo manejar los 17 puntos de renta que sacó en Francia para acabar con las esperanzas del único campeón francés de la Euroliga.
Vuelta a los entrenamientos
Después de volver ayer de Sevilla, el Granca empezará a preparar el partido frente al Unics Kazán esta misma tarde. El martes por la mañana será la siguiente sesión para acabar el miércoles con una suave sesión de tiro.
Días importantes para comprobar cómo evoluciona Brad Newley de las molestias que le impidieron estar disponible para el partido de Valencia. También para que Taph Savané, tocado y que no jugó el partido de ida en Polonia descanse y se ponga a punto. Sin viajes esta semana, el Herbalife Gran Canria cerrará la semana en casa ante el Baskonia. Pero antes, tiene cita con la historia ante un huésped demasiado incómodo.
