Once puntos, como los que tiene hoy de ventaja el Herbalife Gran Canaria antes de que empiece el partido, no son prácticamente nada en el baloncesto moderno. El último ejemplo de lo efímero que es una renta así en un cruce del nivel de unos cuartos de final de la Eurocup, se vivió ayer en Estambul. Porque el Galatasary remontó los diez puntos de margen que había sacado el Bayern en su pista para dejar a los alemanes en la cuneta (72-59). Una muestra más que pone sobre la mesa lo único realmente cierto sobre el futuro de la cita de esta noche en el Gran Canaria Arena (20.30 horas, TVC): aún quedan 40 minutos por jugar.
Bajo esa premisa que Aíto García Reneses, técnico del Herbalife Gran Canaria, no ha parado de repetir durante estos dos cursos que lleva en la Isla, se plantará el conjunto claretiano para defender esos once puntos ante el Stelmet Zielona Gora en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Eurocup. El equipo amarillo dio el primer paso para estar en las semifinales hace una semana en Polonia cuando se impuso por 82-93 en la pista del Stelmet. Una victoria sustentada en el buen acierto en el lanzamiento (22 de 33 -67%- en los tiros de dos; 11 de 29 -37,9%- en el triple), en la fortaleza mental del Granca en los momentos complicados del partido y en la cosistencia grupal del equipo amarillo.
Esos fueron los elementos que el Granca utilizó para romper el partido de ida en el tramo final y llegar a la cita de hoy con un buen colchón de puntos que le hagan afrontar con más opciones el pase a la siguiente ronda de la competición, la previa antes de la final. Un éxito que ya saboreó el año pasado por primera vez en su historia, una historia que hoy quiere reescribir.
El Galatasaray utilizó su cancha para remontar la eliminatoria. Algo que no le ha hecho falta al Stelmet Zielona Gora para llegar hasta aquí. Porque el conjunto entrenado por Saso Filipovski no ha ganado aún ni un partido en casa en la Eurocup. Las cuatro victorias de los centroeuropeos en la competición han llegado de manera como invitados en las canchas de equipos como el MHP Riesen, el Zenit o el Unics Kazán.
Victorias que evidencian el potencial de un equipo a priori desconocido, pero que atesora esfuerzo y talento que ponen al servicio del bloque. Ése, es el gran sentido de los polacos: su sentimiento de grupo. La defensa al límite, la otra gran seña de un conjunto sin estrellas de renombre donde destacan el exterior Mateusz Ponitka, el base Dee Bost, el expívot del Granca, Dejan Borovnjak y el rumano Moldoveanu.
El Herbalife llega con todo al duelo de hoy. Hace casi un año, en Izmir, el club amarillo certificó su acceso por primera vez a las semifinales de esta competición frente al Pinar Karsiyaka. Con Brad Newley aparentemente listo, Aíto García Reneses dispone de todos sus hombres para jugar el partido. En la ida, el nivel de rotación del club amarillo fue otro de los factores clave que permitió al Granca traerse once puntos de oro para la Isla, incluso con la baja de Sitapha Savané. A los puntos de Salin -16 y sin triples- se le unió el trabajo duplicado sin el '7' de Alen Omic. El gigante de Tuzla repartió clase en la pintura para ser el hombre diferencial. Un botín que el Granca debe defender para asaltar las semifinales del torneo continental.
