Las paradas de David de Gea y la reivindicación goleadora de Aritz Aduriz, marcando en el único disparo a puerta de España en todo el partido, salvaron a la Roja de la derrota en Udine ante Italia, pero no de una imagen irreconocible (1-1).

La primera parte de la Roja fue de las peores que se recuerdan en la exitosa 'era Del Bosque'. Sin posesión ni calidad, dominada por Italia y en pie gracias a las paradas de un inconmensurable De Gea.

Sólo su exhibición frenó a una voluntariosa Italia, que puso más corazón y mereció mejor premio. Con un bloque renovado pero veterano, buscó la debilidad de España y encontró en el carril izquierdo el punto donde generar peligro.

España no presionaba, no tenía profundidad cuando tenía la posesión y sólo las ganas de Morata, tirado al costado izquierdo como en el Juventus esta campaña, se salvaban de la quema en los jugadores de campo. Aduriz, que regresaba con más hambre que nunca seis años después, desesperaba en la búsqueda de balones. Italia mostraba saber a qué jugar.

España no pisaba área rival y mucho menos inquietaba a Buffon que fue un espectador más toda la noche. Su ausencia de verticalidad la aprovechaba Italia. La magia de Thiago no conectaba con nadie y De Gea evitaba el tanto a una volea de Eder y en dos tiempos a un disparo con rosca de Pellé.

Del Bosque tuvo que dar un toque de atención en el descanso porque en la reanudación España, sin mejorar en exceso su nivel, cambió de actitud. Salió más enchufado, con voluntad de tener la posesión. Lo que permitió a Italia jugar al contragolpe aprovechando la velocidad de sus extremos.

De Gea ejó una parada más el portero español antes de ser superado. Sacó una mano abajo brillante al disparo cruzado de Florenzi. Ya nada pudo hacer a los 67 minutos, en una contra veloz italiana, que acabó con centro desde el costado izquierdo de Giaccherini que definió a la perfección en carrera Insgine, lanzándose a por el balón en un remate de raza.

El defensor de la corona europea no tardó más que tres minutos en firmar el empate definitivo. En su único tiro a puerta marcó tras falta de Cesc que remató Morata y el rechace de Buffon, lo fusiló Aduriz incendiando el debate del 9 en la Roja. 70 minutos le bastaron para igualar los números de Diego Costa en diez partidos.

No hubo más de España. El empate lo salvó De Gea volando a un balón picado perfecto, con rumbo a la escuadra, de Insigne, en un encuentro que deja una imagen que mejorar de inmediato en Rumanía antes de la lista definitiva de Del Bosque para la Eurocopa.