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Herbalife Gran Canaria Eurocup (semifinales, vuelta)

Primero hay que tomar Manhattan

El Herbalife Gran Canaria debe remontar 14 puntos (89-75) ante el Galatasaray para colarse de nuevo en la final de la Eurocup

De vuelta tras cumplir sentencia a 20 años de aburrimiento por querer cambiar el sistema desde dentro, Leonard Cohen se liberaba de ese castigo -en una de sus canciones más celebres- para cobrarse la venganza y susurrarte al oído "primero tomaremos Manhattan, después tomaremos Berlín", dos pasos correlativos que valen para ilustrar el reto que esta noche afronta el Herbalife Gran Canaria: remontar 14 puntos (89-75) de desventaja ante el Galatasaray para colarse -de nuevo- en la final de la Eurocup. El desafío, mayúsculo, tiene lugar y hora: el Gran Canaria Arena (Televisión Canaria y Eurosport2) a partir de las 20.30 horas.

El escollo para el conjunto que entrena Aíto García Reneses es tremendo, tanto por la diferencia de puntos a salvar como por el potencial de un rival con suficientes argumentos para cortar por lo sano con la última gran aventura europea del Granca. El Galatasaray pasó por encima del equipo amarillo en Estambul a base de talento -cinco de sus jugadores anotaron diez o más puntos y anotó el 68,2% de los tiros de dos que lanzó- y de una defensa apabullante -con exceso de contacto ante la tolerancia del trío arbitral-.

La derrota en las orillas del Bósforo fue un duro golpe a digerir, pero no fue lo peor que le pudo pasar al Herbalife Gran Canaria a partir de su propio rendimiento: en una noche así, en las semifinales de un torneo continental y lejos de su mejor nivel, lo habitual es que el conjunto claretiano ya estuviera fuera de circulación.

En Estambul, en el primer acto de la serie, el Granca tuvo un mal día en la oficina. Se quedó lejos del 50% de acierto en los tiros de dos (41,7%), se atascó más allá de la línea de 6,75 metros (35,7%), naufragó sobre la pintura -su rival capturó nueve rebotes más (43-34)- y, por encima de todo, tomó malas decisiones en los momentos críticos del duelo -no aprovechar la superioridad de Alen Omic en la zona, una serie de pases precipitados y mala lectura en situaciones defensivas-. Con todo eso, pese a tantos errores, el Herbalife está vivo y esta noche, arropado por su gente -que llenará el pabellón- tiene abierta una ventana para repetir presencia en la final.

El Galatasaray, con su combo de jugadores de primer nivel -Errick McCollum, Chuck Davis, Stephane Lasme, Vladimir Micov y Sinan Guler-, baja puntos lejos del calor del hogar. En Zaragoza, ante el CAI y en la penúltima jornada del Last32, ya perdió por 15 puntos de diferencia (85-68) -en un partido en el que la escuadra que entrena Ergin Ataman aún contaba en sus filas con Joey Dorsey y todavía no había reclutado a McCollum-.

En sus últimas seis citas como visitante, el Galatasaray sólo ha firmado una victoria, una dinámica que el Granca intentará agravar en la Isla. Habitual, desde hace más de una década, en las fases finales de la Copa del Rey, el Playoff por el título de la Liga Endesa y competiciones continentales, al club claretiano le falta en su hoja de servicios una gran remontada europea. En 2008, ante el mismo rival, el equipo amarillo se quedó lejos (88-79) de la posibilidad de dar la vuelta a los 25 puntos de desventaja con los que regresó de Estambul (99-74). Dos años después, en los cuartos de final de la Eurocup, el Panellinios de Atenas cortó el paso del cuadro insular a la Final Four al superarle en Grecia (81-70) y resistir en el Centro Insular.

El Gran Canaria Arena, con la pista resbaladiza -tras un tratamiento al parqué que obligó ayer a los dos equipos a ejercitarse en la cancha auxiliar del pabellón- marcará la suerte del Herbalife Gran Canaria en su empeño por ser campeón. Pero mejor hacer caso a Leonard Cohen. "Primero tomaremos Manhattan, después tomaremos Berlín".

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