El Newcastle de Rafa Benítez, en el que milita el tinerfeño Ayoze Pérez, sufrió su segunda derrota consecutiva después de caer ayer por un contundente 3-1 en Southampton y se complica la permanencia en la Premier League. Benítez, nombrado técnico de las urracas el pasado 11 de marzo en sustitución del inglés Steve McClaren, todavía no ha estrenado el casillero de victorias (tres derrotas y un empate) y ve cada vez más lejos la salvación en la categoría reina del balompié inglés.

Después de perder el pasado sábado en el minuto 93 a manos del Norwich City (3-2), un rival directo por la permanencia, los del norte de Inglaterra tenían la obligación de empezar a sumar de a tres. Sin embargo, no respondieron los pupilos de Benítez ante unos saints que apuran sus opciones de disputar competición europea la próxima temporada.

Por su parte, el Manchester City se cargó de moral para el partido de vuelta de cuartos de final de la Liga de Campeones tras derrotar ayer al combativo West Brom (2-1), en una jornada 33 de la Premier League en la que el Arsenal (3-3) y el Chelsea (1-0) tropezaron en sus visitas a West Ham y Swansea, respectivamente.

Además, el Aston Villa cayó derrotado de nuevo (1-2 en casa con el Bournemouth) y está a una derrota de convertirse en nuevo equipo de la Championship, la segunda categoría del fútbol inglés.

También ayer, el Crystal Palace logró su primera victoria del año al superar 1-0 al Norwich, y Watford y Everton no pasaron del 1-1.

Empate del Wolfsburgo

En la Bundesliga, el Wolfsburgo -rival del Real Madrid en cuartos de final de la Liga de Campeones- empató ayer en casa por 1-1 ante el Maguncia, lo que resulta para los dirigidos por Dieter Hecking demasiado poco en sus aspiraciones de meterse en las casillas que dan la clasificación a las competiciones europeas. El partido de ayer era la última oportunidad de recortar distancias ante un rival directo en la lucha por Europa, con lo que todo apunta a que el año próximo el Wolfsburgo tendrá que conformarse con las competiciones domésticas

El líder de la Bundesliga, el Bayern Múnich, no falló ayer en su visita al Stuttgart y se llevó una victoria a domicilio por 1-3, mientras que el Ingolstadt sorprendió al Borussia Mönchengladbach imponiéndose por 1-0, apartando las últimas dudas acerca de su permanencia en la primera categoría.