"Me reuní con la directiva, presidente y jugadores y les dije que si era el problema, me haría a un lado". Con esa frase, Fran Escribá afrontó el choque que después perdió ante el Villarreal. Casi fue profética porque, al final, después de 12 partidos sin conocer la victoria, el técnico del Getafe fue señalado y destituido de su cargo con el equipo penúltimo, a dos puntos de puestos de permanencia.

Es el tercer entrenador que cesa el presidente Ángel Torres desde que su club ascendió a Primera en la temporada 2004/05. Sólo Víctor Muñoz y Luis García Plaza habían salido del club sin acabar su contrato. Otros lo hicieron, pero se marcharon por su propio pie o con algún acuerdo para fichar por otra entidad.

Ahora, Fran Escribá se une a esa lista, que, tal vez a principio de curso, cuando llegó, no imaginó que aparecería. La razón: Escribá firmó por 3 campañas y su figura parecía por fin convincente para liderar un proyecto que generaba ilusión tras varias temporadas anodinas.

Sin embargo, ni siquiera ha podido finalizar su curso de estreno. El Getafe necesitaba regresar a los tiempos gloriosos en los que se paseaba su nombre por Europa y jugaba finales de Copa. O, por lo menos, intentar ahuyentar el descenso con solvencia para borrar de un plumazo unos últimos años llenos de sufrimiento.

Al final no logró ninguno de esos objetivos. La derrota en El Madrigal puso punto final a cualquier atisbo de buenos resultados. Escribá, hasta ese punto, pasó de una buena racha de 6 encuentros sin perder entre las jornadas 15 y 20 (16 puntos de 24 posibles) a encadenar 12 choques sin ganar con 2 puntos de 36.