Celta de Vigo y Betis empataron a un gol en Balaídos, en un partido loco, intenso y duro, con ocasiones para ambos equipos, y con los gallegos volcados sobre el área rival en busca de un gol de la victoria que no llegó, lo que permite a los béticos asegurarse virtualmente su permanencia en la categoría.

El equipo de Berizzo, fiel a su estilo, se adueñó del balón desde el inicio, pero fue su rival el que golpeó primero mediado el primer tiempo, después de un desajuste defensivo celeste que el lateral Montoya aprovechó para asistir al senegalés N'Diaye.

El golpe fue tan duro como inmerecido para los gallegos. Tras el paso por los vestuarios, el guión del duelo apenas varió. El Celta se lanzó a por el empate desde el saque inicial y el Betis disfrutó de dos buenas ocasiones, ambas en las botas de Rubén Castro, a quien su vaselina, tras un rapidísimo contraataque que lo llevó a plantarse sólo ante Rubén Blanco, se le marchó fuera por poco.

El Celta encontró su premio con un remate del internacional chileno Tucu Hernández (77').