Esta temporada va camino de ser histórica para el club...
En cuanto a resultados, creo que sí. Llegamos por primera vez en la historia a una final de la Copa del Rey, alcanzamos las semifinales de la Eurocup y tenemos muy cerca el Playoff. Debemos estar contentos de lo conseguido, pero aún nos queda camino por recorrer. Ahora tenemos que poner toda la concentración en la competición doméstica.
Y en el horizonte el Playoff
Tenemos que seguir mejorando en muchos aspectos del juego, como lo llevamos haciendo durante toda la temporada. Hay que continuar creciendo como grupo y cada uno a nivel individual. Ese es el camino en el que nos encontramos ahora, ya nos preocuparemos del Playoff cuando llegue el momento, pero primero hay que lograr la clasificación.
En ese Playoff
Si las cosas siguen transcurriendo igual, todo apunta a esa eliminatoria. No nos tenemos que obsesionar mucho en eso ahora, y sí en seguir mejorando como equipo.
Con el cuadro vasco el balance es 1-1 esta temporada. ¿Habría opciones de superar esa primera ronda?
Creo que tenemos opciones de competir contra ellos. Este año, en varios partidos, hemos demostrado que contamos con potencial para ganar a cualquiera, aunque no debemos olvidar que Baskonia posee una magnífica plantilla y está haciendo una gran temporada; lleva todo el año a un nivel enorme, tiene mucho mérito lo que está haciendo. Compite todavía por el título en la Euroliga y habrá que ver luego su nivel cuando deba centrarse solo en la Liga. Pero aparte de todo esto, debemos preocuparnos solo de nosotros.
¿Ya el equipo tiene olvidado el trago amargo de la semifinal de la Eurocup?
A todos se nos va quedar una espinita, pero ya pasó. Ahora debemos concentrarnos en aprender a trabajar cada semana con una dinámica diferente, con un único partido. Antes no teníamos tiempo para entrenar, porque debíamos afrontar un encuentro tras otro.
¿Y eso resulta positivo?
Según como lo veas. A algunos jugadores nos conviene más competir y a otros, entrenar. Estar centrados en una competición te da la posibilidad de preparar los partidos mejor, pero también es verdad que cuando tienes dos choques a la semana te permite mantener mejor el ritmo de competición.
La vuelta de Kyle Kuric ha propiciado que la plantilla aumente y que ahora un jugador tenga que quedar descartado. ¿Ha afectado esto en algo al vestuario?
En cierto modo sí. A los jugadores que les afecte directamente puede herirles mentalmente un poquito, porque no estamos acostumbrados a eso. En lo deportivo enriquece, porque los entrenamientos resultan más competitivos. Se trata de una situación nueva que debemos saber llevar, porque siempre habrá uno que se quede fuera. Todos quieren jugar, pero hay que acostumbrarnos y aceptar la decisión que tome el entrenador.
Supongo que la vuelta de este compañero ha supuesto una de las noticias más felices de la temporada para el vestuario...
Sobre todo nos sentimos contentos por él. Fue un tema muy duro y tiene mucho mérito lo que ha hecho. Ha vuelto a las pistas como si no hubiera pasado nada, lanzando como antes... Esto nos hace ver que el tío es un fajador, y no solo en la cancha sino también fuera de ella. En lo deportivo, con su vuelta, tenemos un arma más. La competitividad va a crecer.
¿Cómo es la relación entre la plantilla y el técnico, Aíto García Reneses?
Como con todos los entrenadores, lo principal es que los jugadores nos sintamos contentos. No siempre todos lo están con las decisiones que toma, pero eso pasa en cualquier equipo del mundo. Pero, en general, existe buena sintonía con él. Creo que Aíto ha hecho un gran trabajo con nosotros, intentando mantenernos a todos en una buena dinámica de juego, de involucrarnos con el equipo. Como siempre, a lo largo de la temporada hay altibajos y existen jugadores que se sienten mejor o peor con sus decisiones. Creo que la plantilla está muy satisfecha de cómo ha distribuido los minutos y el protagonismo, que es una de las cosas de las que los jugadores nos quejamos muchas veces. Aíto ese tema lo ha sabido manejar, con errores o no.
Resulta importante eso de manejar los egos...
Eso lo intentamos hacer entre todos, no sólo el entrenador, porque al final debemos saber respetarnos los unos a los otros. Somos compañeros. Si un día te toca a ti jugar más, pues te toca; y si un día te toca hacerlo menos, pues igual. Tenemos que aprender a vivir con ello. Pero creo que Aíto ha manejado bien ese tema, porque todos han participado este año, han colaborado y han aportado su granito de arena para conseguir los logros que hemos obtenido. Claro que ha habido quejas, pero eso pasa todos los años.
¿Y en cuanto a su relación como capitán con el técnico?
Siempre me he llevado bien con él. El año pasado hubo un problema de mala comunicación entre los dos, que luego supimos solucionar. Eran temas de juego, de cosas que el quería que yo hiciera en la pista y no me enteraba muy bien de lo que me pedía. Siempre he podido ir a comentarle cosas. Me recibe abiertamente, luego que esté de acuerdo conmigo es otra cosa, pero me recibe sin problemas y eso siempre se agradece. Muchas veces le digo a los compañeros que no tengan miedo en acercarse a comentarle las cosas, si realmente hay algo importante que les está molestando.
¿Lleva bien las tareas aparejadas de la capitanía?
La labor de un capitán no es tener un rango mayor que tus compañeros, sino procurar que todos estén involucrados, que todos aporten, que ellos también se vean como capitanes. Todos tenemos derecho a opinar para que esto vaya hacia arriba. Y los que no lo vean así, o bien por su juventud o bien por otro motivo, intentar hacérselo comprender, porque al final somos un equipo. Todos empujamos en la misma dirección.
¿Ha tocado ya techo este equipo o lo ve capacitado todavía para dar otro paso más hacia delante?
No me gusta hablar de futuro. Lo único que sabemos es que tenemos que ir paso a paso, intentando mejorar día a día, como llevamos haciéndolo toda la temporada, superándonos como equipo e individualmente, porque es algo en lo que el entrenador se basa mucho. Sí nos gustaría continuar escalando poquito a poquito. Es una ambición que debemos tener tanto los profesionales como el club.
¿Le ha sorprendido el crecimiento que ha experimentado el equipo desde su llegada hasta ahora, cuando cumple su cuarta temporada?
Sí, y bastante. El club ha ido creciendo como entidad, en profesionalidad y en prestigio. En lo deportivo, hemos ido a más año a año, primero con Pedro Martínez y luego con Aíto.
¿Cuál cree que es el secreto de este club para haber ido creciendo paulatinamente en lo deportivo y como institución?
Es una combinación de un poco de todo. Vienen jugadores nuevos, el entrenador cambia y apenas se nota. Todos los que han pasado por aquí han puesto su granito de arena. Creo que la gente que llega se amolda pronto a la filosofía del club, llevamos las cosas en familia. Todos se sienten involucrados; si esto no sucede así, empiezan a surgir los problemas o aparece una manzana podrida. Antes de que llegaran los éxitos deportivos, siempre los diferentes vestuarios estaban muy unidos. Ese sentimiento de grupo lo trasladamos a la pista junto a la afición, que se siente identificada con esa filosofía apoyándonos en las buenas y en las malas.
