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Deporte base Baloncesto

El Tara busca resurgir

Con casi 25 años de vida y tras años complicados, el club de Telde intenta recuperar su hueco histórico en el baloncesto insular

El Tara busca resurgir

Hubo un tiempo, no hace demasiados años, en el que el CB Islas Canarias, reinas del baloncesto base femenino con un palmarés casi incalculable, sólo tenía un equipo que le hiciera frente en Gran Canaria. Ése club era el Basket Tara, ubicados en el municipio de Telde. Una entidad que, camino de los 25 años de existencia, lejos de aquella época donde competían por los títulos de cada categoría, sigue viva con su esencia intacta: disfrutar del baloncesto.

El comienzo de todo está en el verano de 1992, cuando un grupo de aficionados al baloncesto de la localidad, con Antonio Romero a la cabeza, decidió poner en marcha un equipo de baloncesto femenino con el que dar salida a la cantidad de niñas y chicas del municipio que querían practicar este deporte. Por allí rondaba Esteban García, natural de La Palma y que terminaba sus estudios superiores en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Empezó como delegado dentro del club hasta ir subiendo escalones para llegar a ser el director deportivo de la entidad hace casi doce años. "Siempre me gustó el baloncesto. En La Palma era difícil no engancharse con las competiciones de verano que se hacían, con unos derbis entre el Ajax y el Buitre que se vivían como un Madrid-Barça en Santa Cruz," recuerda ahora García.

Tras años de constante trabajo, la entidad teldense consiguió tener a su disposición a una de las canteras de baloncesto femenino más importantes del Archipiélago. En los mejores años del club, unas 150 deportistas se reunían en torno a las canastas de Telde para formar equipos potentes en todas las categorías. Tanto que sus equipos llegaron a proclamarse campeones de Canarias en dos ocasiones, algo que les otorgó la posibilidad de pasear el nombre del Tara y del municipio por los campeonatos nacionales. Unos torneos donde estuvieron en infinidad de ocasiones cuando se organizaban por sectores. Fueron los mejores años deportivos de la entidad.

Los resultados del buen trabajo de la base se vieron además reflejados en el equipo sénior del club, que llegó hasta la Liga Femenina 2 -la segunda categoría del baloncesto nacional-, donde se mantuvo dos temporadas (2000/2001 y 2001/2002). Antes, la entidad había estado presente en la Primera División Nacional, prototipo de la actual Liga Femenina 2. "Todo aquello nos llevó muchos entrenamientos, mucho trabajo. Era un equipo semiprofesional. Sin embargo, nos dimos cuenta de que quizá habíamos descuidado algo la base", confiesa Esteban García.

Poco a poco, el Tara se fue descomponiendo. La captación de otros clubes que emergían con fuerza o la pérdida de recursos económicos dejaron muy tocados a la cadena teldense. Pero también hay autocrítica. "Puede que algo también sea culpa mía, que nos hayamos equivocado, pero nos recuperaremos poco a poco, estoy seguro de ello", comenta García, no sin confesar que más de un verano, esos que transcurren entre temporada y temporada, ha pensado en dejarlo todo.

A pesar de aquel pasado glorioso, el Tara tiene hoy motivos para sentirse orgulloso. Por ejemplo, la incorporación al club de equipos masculinos hace un par de cursos. Tres de los cinco clubes que el Telde Basket Tara presentó este año a competición están compuestos por chicos -sin contar el sénior masculino-. Así son el precadete, el cadete y el júnior, que compitió en la categoría autonómica. Entrenados por Pablo Sánchez, con experiencia como técnico ayudante de la selección U16, y José Luján, el equipo júnior consiguió acabar la temporada sexto clasificado, sólo por detrás del Granca, CBA, Canterbury y Heidelberg. "Casi todos repiten categoría el próximo año, así que esperamos que sigan creciendo con nosotros", argumenta.

No obstante, la inscripción del equipo en la competición ha supuesto un importante reto económico para la entidad. En total, el Telde Basket Tara ha tenido que invertir en torno a 12.000 euros sólo para este equipo. "Hay que contar los cinco desplazamientos que hicimos, los árbitros y sus auxiliares de mesa, lo que le puedo dar a los entrenadores, material, la licencia federativa de cada chico...", expone.

Las subvenciones por desplazamientos del Gobierno de Canarias cubren en torno a un 40 por ciento del total de los gastos en materia de viajes, mientras que las ayudas que llegan desde el Cabildo se quedan en "menos de 30 euros" por jugador. "Siempre suele haber algún retraso tanto en forma como para que salgan las bases", comenta Esteban García. El ayuntamiento de Telde, con una deuda estimada de 190 millones de euros, cortó las subvenciones deportivas desde el año 2014. Un palo más para el Tara Basket. Con todo eso, las cuotas que abonan los padres son el sustento vital de la entidad, que se mantiene en la busqueda activa de patrocinadores que apuesten por ellos.

"En Telde y los alrededores hay un buen tejido empresarial. Aquí intentamos que los chicos mejoren, hacemos una labor social intentando que complementen su educación con los valores que da el deporte", admite García, para añadir que ya ha "quemado" a muchos amigos con pequeñas y medianas empresas que siempre le han apoyado.

En el apartado femenino, el club cuenta con dos equipos, uno de categoría infantil y otro cadete. Para intentar recuperar la masa social que aglutinaba el club en otras décadas, el Tara intenta acercarse a los centros educativos. Así, en la actualidad trabajan por intentar enganchar al baloncesto a cuatro centros educativos del municipio donde han instalado sus escuelas. Los colegios Enrique de Ossó, Francisco Tarajal (La Herradura), Esteban Navarro (El Calero) y Príncipe de Asturias (Melenara) ofrecen el baloncesto como una actividad extraescolar bajo la tutela del club. Además cuentan con la escuela propia del club, que entrena en las instalaciones deportivas de Narea. "Estamos en un momento delicado, pero nos recuperaremos. Mi deseo es que en tres o cuatro años podamos contar con muchos más equipos y para ello necesitamos niños, pero también el apoyo de instituciones y empresas", resume. La subida de tasas para expedir licencias federativas en las categorías inferiores, donde un equipo de minibasket pasó de costar "500 a 1.000 euros", es otra traba más.

Sin embargo, por encima de las piedras del camino prevalece su entusiasmo por el baloncesto, el mismo que dio origen al club hace ya casi 25 años.

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