La entrega y la lucha dieron la victoria (2-1) a un Sporting que se jugaba la vida ante el Sevilla, que se puso por delante pero volvió a caer lejos del Pizjuán. En la primera llegada visitante, el balón llegó a Cristóforo que, por la banda izquierda, centró, Sergio Álvarez, en su intento de despejar, tocó el balón y despistó al resto de la defensa. El esférico cayó a los pies de Iborra, que batió a Cuéllar con un gran chut.

De nuevo el Sporting se vio obligado a remontar y, apoyado por un entregado público, se puso a ello. En el 22, un robo en el centro del campo propició una contra con mayoría de efectivos gijoneses que culminó con un pase de Halilovic sobre Jony, que centró sobre la llegada de Isma López y Sanabria, pero Krychowiak tocó el balón y lo introdujo en la portería. Tablas y épica.

La primera ocasión de gol del segundo acto fue de Sanabria, que ganó en un salto a Carriço y trató de superar a Rico. En la siguiente, Coke remató desde el borde del área y Cuéllar respondió con maestría. El Sporting lo intentó con más corazón que cabeza. En el otro área, Llorente falló una ocasión increíble.

En el 91 y tras una larga jugada, el balón llegó a Rachid, que lanzó un centro e Isma López, situado en el punto de penalti, batió a Rico. Explotó El Molinón. Delirio y con 32 puntos, escapan de las llamas del descenso. Se obró el milagro.