El jeque Sulaiman Al Fahim, uno de los hombres más ricos del planeta y cuarta fortuna del mundo árabe según Forbes, quiere comprar el Club Baloncesto Gran Canaria. Samuel Yebra, socio del inversor emiratí en Canarias y presidente del Grupo Rumancan, ya le ha trasladado el propósito del empresario de Abu Dhabi al Cabildo, propietario de la Sociedad Anónima Deportiva (SAD) -a través de la Fundación Canaria del Deporte-. Lo hizo durante una reunión que mantuvo con Antonio Morales, presidente de la corporación insular, a principios de este mes. La primera respuesta de la administración pública, de momento y a falta de una réplica oficial, no contempla una operación para deshacerse del Granca.
El plan de Sulaiman Al Fahim pasa por adquirir el 80 % del capital social del CB Gran Canaria y que el Cabildo, en reconocimiento a su apuesta por el equipo claretiano desde 1992 -año en el que se convirtió en SAD- mantenga el control del 20 % restante del accionariado y permanezca en el consejo de administración de la entidad. El inversor emiratí, que ha tanteado a otros empresarios locales para formar parte de esta apuesta -según apuntan desde su entorno-, pretende realizar una importante inversión económica para levantar el proyecto sobre dos pilares: contar con los mejores jugadores y técnicos para intentar dar el salto al siguiente nivel en el plano deportivo -pelear por la Liga e intentar colarse entre los habituales en la Euroliga- y dotar de infraestructuras a la entidad para potenciar el trabajo de cantera.
Intención: comprar ya
A la espera del siguiente movimiento del Cabildo tras la primera toma de contacto, Al Fahim trasladará una oferta concreta para hacerse con el control de la entidad más allá del sentido de la respuesta oficial de la corporación insular: si la administración pública opta por negociar, se abrirá un proceso que el inversor árabe pretende cerrar antes del verano para dar forma a su proyecto deportivo de cara ya a la temporada 2016-17; si el órgano grancanario descarta la negociación, el jeque de Abu Dhabi presentará una propuesta en firme a través del registro oficial.
En los planes de este fondo de inversión se contempla mantener la actual estructura de personal administrativo del club y reforzar el organigrama para poder crecer en todos los ámbitos. En la hoja de ruta del Grupo Rumancan se pretende explotar los contactos de Sulaiman Al Fahim en la búsqueda de patrocinadores a nivel internacional. Incluso no se descarta la opción de mantener, si hay interés por las dos partes, a Miguelo Betancor como presidente de la entidad.
La compra del Granca, según los estudios realizados por los analistas reclutados por el Grupo Rumancan, podría rondar los siete millones de euros. En esa suma se incluye el capital social del club, el pasivo que podría acumular la entidad y diferentes elementos a tener en cuenta en este tipo de transacciones -valores, propiedades inmobiliarias o cargas-. En ese contexto, sin tener acceso a las cuentas reales de la Sociedad Anónima Deportiva, por parte del inversor árabe se pretende mantener nuevas conversaciones con el Cabildo, con un contrato de confidencialidad por medio, para tener acceso a los números de una institución que anualmente pasa el control de dos auditorías: una de su propietario -la corporación insular- y otra de la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB).
El capital social del CB Gran Canaria, reconvertido en una Sociedad Anónima Deportiva en 1992 junto a la Unión Deportiva Las Palmas en dos procesos que cubrió el Cabildo a última hora -la noche del 30 de junio, la fecha límite impuesta por el Estado para completar la operación-, asciende a 1.565.952,48 euros -con una prima de emisión, la diferencia entre el valor de emisión y el valor nominal de dichas acciones, de 1.618.624,92 euros-. Entre los activos que presenta la entidad claretiana, además, aparecen el canon para poder forma parte de la ACB -frente que se pudo superar tras la concesión de un crédito ya liquidado- y el usufructo del Pabellón de la Vega de San José durante 50 años -desde 2002 hasta 2052-.
Dudas en el Cabildo
Ante este nuevo escenario, en el Cabildo hay reticencias frente al propósito de Sulaiman Al Fahim. De entrada, se duda sobre la capacidad real del Grupo Rumancan para hacer frente a este tipo de operaciones financieras. Y para corroborar esa sospecha, desde la corporación insular se apunta que, de momento, no ha ejecutado ninguna de las grandes inversiones que tiene previsto realizar en Canarias. Y, además, en la administración publica, ahora, con el Granca en el mejor momento de su historia -subcampeón de la Eurocup, subcampeón de la Copa del Rey-, surgen voces que desaconsejan desprenderse del club.
El Grupo Rumancan, frente a la desconfianza sobre su solvencia, subraya que cuenta con una bolsa de 500 millones de euros para invertir en Canarias durante los próximos 10 años en diferentes sectores -durante las últimas semanas ha intentando cerrar sin éxito, de momento, una operación que ronda los 36 millones de euros en Mogán para levantar un hotel con un centro de alto rendimiento deportivo por la incapacidad del municipio para garantizar la demanda de agua depurada-.
Durante su última visita a Canarias, Sulaiman Al Fahim -que cerró la compra del Manchester City por parte del Abu Dhabi United Group for Development and Investment en 2008 y que durante años ejerció como presidente ejecutivo del club británico, se interesó por proyectos inmobiliarios, deportivos y relacionados con la industria farmacéutica -con la vista puesta, en el último caso, en el mercado africano-. En ese viaje se concretó la apuesta del Grupo Rumancan por el Canarias Sol de Europa de fútbol sala -el Malta97 Las Palmas-, que a partir de la próxima semana peleará en un playoff por el ascenso a Segunda.
La amenaza del Bayern
Pase lo que pase con la oferta de Al Fahim para comprar el Granca, la situación actual del club claretiano -bajo propiedad del Cabildo- tiene fecha de caducidad. Desde hace años vive con la amenaza continua de la ejecución de una normativa -tras la denuncia del Bayern de Múnich a varios equipos de fútbol españoles- de la Unión Europea que prohíbe a las administraciones públicas detentar la posesión de una SAD o repartir ayudas entre los clubes profesionales.
Esa advertencia adquirió mayor rango con la redacción de una nueva ley en España, tras la victoria del Partido Popular en las elecciones generales de 2011, en la que se vetaba la participación de las administraciones públicas en la constitución de nuevas Sociedades Anónimas y en la que se obligaba a los órganos del Estado y las comunidades autónomas a liquidar o desprenderse -en los plazos de seis o doce meses- de las empresas públicas que presentaran pérdidas en sus cuentas anuales.
En el presupuesto del curso actual, el 2015-16, el Cabildo cubre casi el 50 % de los ingresos del CB Gran Canaria a través de un contrato por patrocinio -que ronda los 1,5 millones de euros- y diversas ayudas. De los 7,3 millones de euros previstos por la gerencia de la entidad claretiana, la corporación insular garantiza cerca de los 3,5 millones de euros.
La propuesta del inversor emiratí no es la primera, procedente de capital privado, por hacerse con las acciones del Granca. Durante el mandato de Agustín Medina, un grupo tecnológico de Corea del Sur y un jeque catarí tantearon esa posibilidad, aventura que exploró un grupo de inversión de Estados Unidos durante el tramo final de Lucas Bravo de Laguna al frente de la consejería de Deportes del Cabildo.
