No hay ningún otro equipo que se maneje como el Herbalife Gran Canaria en la Liga Endesa, la máxima categoría del baloncesto nacional. El conjunto amarillo es el único equipo del baloncesto ACB que cuenta con la totalidad de sus acciones en manos de una institución pública. La mayoría de clubes de la competición están respaldados por los organismos regionales de sus ciudades, provincias o autonomías, pero ninguno con la solvencia que puede prestar el Cabildo de Gran Canaria al Herbalife.
Por ejemplo, si se mira en la parte alta de la clasificación, los dos trasatlánticos de la competición, como son el Real Madrid y el FC Barcelona, están respaldados por la sección que más dinero genera en ambas instituciones: el fútbol. Sin el negocio del balompié, sendos equipos no podrían mantenerse con los recursos propios que generan si quisiesen mantener su nivel de gasto por temporada en la confección de sus plantillas.
Un escalón por debajo se sitúa el Valencia Básket. El conjunto taronja cuenta con un mecenas que sustenta gran parte de la actividad del club. Juan Roig, máximo accionista y mecenas de la entidad, es a su vez dueño y presidente ejecutivo de la cadena de supermercados Mercadona. Por su parte, El Baskonia ha contado siempre con patrocinadores potentes en el entorno empresarial vasco, al igual que con un respaldo notable de la Diputación de Álava.
Algo similar a lo que le sucede al Unicaja Málaga, ligado siempre a esta entidad financiera. La última aventura de un club ACB con un grupo inversor extranjero casi acaba en disolución. Fue la del Sevilla con los norteamericanos de Jefferson Capital.
