La media maratón de Gijón se tiñó de luto. Alejandro Álvarez, de 37 años, fallecía alrededor de las ocho y media de la tarde de cuando se encontraba disputando la prueba. El deportista, vecino de Valladolid, había viajado a la ciudad con varios amigos de su misma procedencia con el único objetivo de participar en la prueba deportiva.

El suceso tuvo lugar a pocos metros del kilómetro 18 del recorrido, en la avenida de El Molinón. Los testigos aseguran que el hombre se desplomó repentinamente en el asfalto, al parecer víctima de un paro cardíaco. La primera en atenderlo fue una médico que estaba disputando la prueba, sin que sus intentos por reanimarlo tuvieran éxito. Los servicios de primeros auxilios de la Cruz Roja, desplegados a lo largo de todo el recorrido encargados de velar por la seguridad de los participantes en la prueba, tampoco pudieron hacer otra cosa que certificar la muerte del corredor. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron varias patrullas de agentes de la Policía Local y Cuerpo Nacional de Policía. El cadáver fue trasladado al tanatorio a la espera de que se le practique la autopsia que revele las causas del fallecimiento.

El desvanecimiento del deportista causó una gran conmoción en la zona. Muchos curiosos se acercaron hasta el lugar de los hechos para interesarse por lo sucedido.

La muerte del corredor se produjo apenas unos minutos después de que la Cruz Roja tuviera que atender, prácticamente en la línea de meta, a otro corredor de unos 50 años que sufrió también un paro cardíaco. En este caso sí pudo ser reanimado y trasladado al hospital de Cabueñes, en donde llegó en estado crítico.

El suceso recuerda el que tuvo lugar durante la San Silvestre de 2014. Por aquel entonces un infortunado desmayo le costó la vida a Miguel Ángel García Calvo, un hombre de 45 años que perdió la vida en medio de la prueba deportiva sin que los testigos pudieran hacer nada por salvarle la vida.

Este mismo mes de abril dos corredores perdían la vida mientras disputaban un maratón en la provincia de Castellón: Francisco Amat, de 57 años y vecino de Alicante, y Juan Barros, de 45 años, natural de Barcelona.