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Herbalife Gran Canaria La contracrónica (30ª jornada)

El poderío del 'rock and roll'

La templanza en la remontada del Herbalife no fue suficiente ante las rachas del Unicaja

Cuando Sasu Salin anotó su quinto triple del partido para poner el 74-74 a falta de seis minutos para el final el guión parecía una copia del que muchas veces ha escrito este Herbalife Gran Canaria. Experto en remontadas, a nadie, ni siquiera al Unicaja de Málaga, le extraño que el conjunto claretiano le diera la vuelta a una desventaja de 16 puntos (48-32, min. 18). El equipo de Aíto García Reneses ya se la lió en Copa del Rey al Valencia Basket en cuartos de final, al Dominion Bilbao en semifinales y estuvo muy cerca de repetir ante el Real Madrid en la final. Ayer también se quedó en la orilla, pero volvió a dar una demostración de su espíritu y de su confianza en sí misma.

Había hecho muy pocas cosas mal para merecer un marcador tan abultado en el segundo cuarto. De repente Nemanja Nedovic y Kenny Hayes se pusieron a enchufar triples y con tres cada uno lanzaron a los locales. El Martín Carpena, excitado por la excelente racha con la que venía su equipo, que llegará en su mejor momento de la temporada al Playoff dispuesto a sorprender a quien se le ponga por delante, se divertía con la exhibición de los suyos en la primera parte. Pero los amarillos no perdieron la calma.

La defensa, a pesar de todo, era intensa y solo unos pocos errores de concentración dejaban algún tiro liberado a los locales. Pero la mayoría de sus aciertos habían sido ante un amarillo presionando. De hecho el Gran Canaria no le perdió la cara al encuentro gracias a su colección de recuperaciones. En la primera parte robó hasta diez balones el cuadro claretiano, y la mayoría fueron en el centro del campo, lo que era sinónimo de contragolpe rápido y mate con facilidad. Xavi Rabaseda, Brad Newley y Sasu Salin desquiciaron a Joan Plaza, que se desesperaba en el banquillo pidiendo más atención a los suyos.

Puntos por dentro

Para achicar agua no solo valía con las recuperaciones. Así, Alen Omic, Brad Newley y Albert Oliver anotaron en la pintura en medio de la sangría de triples locales. Tras ese peligroso 48-32 el Gran Canaria puso la primera piedra de la remontada antes del descanso con un parcial de 0-9 gracias a los puntos de Savané, Eulis Báez y otra carrera de Newley, que además sacó falta para un tiro adicional. Ante el 'rock and roll' del Unicaja respondían los insulares con ritmos suaves y templados, menos divertidos pero también valiosos.

En el inicio del tercer cuarto continuó el Gran Canaria con cabeza fría. No le salían las cosas del triple, desde donde solo Sasu Salin encontraba el aro. La cifra final de 8/24 lo dice todo. Y seis de ellos los anotó el finlandés. Con el Unicaja cargado de faltas tocaba forzar tiros libres, y ahí Albert Oliver es un experto. El catalán anotó cuatro, Rabaseda acertó desde 6,75 metros y el partido cambió el guión. Con diferencias de entre cuatro y siete puntos se llegó al último período. El Gran Canaria seguía haciendo la goma, pero así no se siente del todo incómodo.

Tras subir a un ritmo cansino la primera parte del puerto de montaña el conjunto claretiano soltó el ataque en el momento justo. Necesitaba que otro triplista se subiera al carro ya que ni Pangos ni DJ Seeley ni Pablo Aguilar ni Eulis Báez y tampoco Oliver sumaban desde 6,75 metros. Al fin y al cabo con solo baladas no sale una noche redonda. Fue el canadiense quien puso la dosis de guitarra eléctrica y batería que hacía falta con un triple, una penetración y un par de asistencias. Todo ello en un par de minutos y con la colaboración de Brad Newley, que se reencontró con su mejor versión en un contexto ideal para él, y de un Alen Omic que empezaba a agigantarse.

El esloveno estaba siendo superado por Jack Cooley durante todo el choque, pero en el último cuarto hizo doce puntos para calentar el final del encuentro. Tras el cambio de ritmo de Pangos el Gran Canaria volvió a jugar con la cabeza fría para buscar en posiciones de ventaja al esloveno. Lo bordó Omic con un canastón a la media vuelta desde cinco metros para poner el 81-80 a falta de dos minutos.

Hacía falta más 'rock and roll' para rematar la faena, y esa la puso el Unicaja. Will Thomas anotó de tres a un minuto y 10 segundos para el final, Carlos Suárez se anticipó a Omic en un pase de Oliver y de nuevo Thomas anotó por dentro para decidir el duelo. El Granca se quedó con las ganas.

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