La euforia se desató en el domicilio del delantero del Leicester Jamie Vardy cuando el árbitro Mark Clattenburg indicó el final del partido de Stamford Bridge entre el Chelsea y el Tottenham, que terminó con un empate que coronó campeón al conjunto de Claudio Rainieri.

La plantilla de los foxes se citó en la casa del atacante. Numerosos seguidores del equipo se agolparon con el paso de los minutos también alrededor del recinto, a la espera de noticias.

En el salón de la casa de Vardy los jugadores celebraron eufóricos el gol de Hazard. Aguantaron el tipo hasta el final del choque cuando se desató el éxtasis. Fue el domicilio del máximo goleador del equipo el punto de encuentro de los foxes. También el inicio de la fiesta y de una previsible larga noche en la ciudad en la que no se sabe si estará el técnico, Claudio Rainieri, que en las vísperas advirtió su marcha a Roma para comer con su madre.