Tres juegos y una inoportuna gripe distanciaron a la española Carla Suárez Navarro, octava cabeza de serie, de los cuartos de final del torneo de Madrid, una ronda que sí pisará la australiana Samantha Stosur tras su triunfo, por 4-6, 6-2 y 6-3, ante una rival físicamente disminuida.

La exigencia de un duelo que se alargó hasta la hora y 57 minutos tumbó a la jugadora grancanaria, llevada al límite por la enfermedad y el tratamiento.

"Otras no hubieran entrado a jugar este partido", le reconoció su entrenador, Xavier Budó.

Por la actitud exhibida, el técnico catalán colgó a su pupila la etiqueta de "vencedora" en el choque que abrió el turno nocturno en el estadio Manolo Santana. La española acudió a esa pista congestionada. La abandonó envuelta en lágrimas.

Nole, con autoridad

Novak Djokovic irrumpió en Madrid con la autoridad que se le presume a un número uno, solventó con firmeza el compromiso ante un rival prometedor, el croata Borna Coric (6-2 y 6-4), y progresó en la Caja Mágica, Open que aspira a conquistar como hizo en 2011, en la única ocasión que ganó.

El segundo partido de la temporada sobre tierra que jugó el serbio fue, al menos, una declaración de intenciones en una sesión que, además de disfrutar de la reaparición del número uno del mundo, conservó las expectativas sobre David Ferrer, que salió airoso de un duelo espeso, enquistado, ante el estadounidense Denis Kudla, procedente de la fase previa. Ferrer necesitó tres sets y dos horas y 16 minutos de partido para sobrevivir. Ganó por 6-4, 4-6 y 6-4. En octavos se topará con el checo Tomas Berdych, octavo favorito, que se impuso al uzbeko Denis Istomin por un doble 6-3.

El también norteamericano Sam Querrey se destapó como el próximo rival de Rafa Nadal. Nadal, quinto jugador del ránking, siempre ha ganado al jugador de San Francisco, aunque la última vez que coincidieron en la pista fue en 2008. En aquel año se midieron en dos ocasiones.