¿Cómo se encuentra en su regreso a la Liga Endesa?
Bien, acostumbrándome a España de nuevo. Me siento muy bien la verdad, de momento estoy intentando aprender rápido lo que es el equipo y lo que quiere el entrenador de mí. Estoy de nuevo sintiendo el baloncesto y encima en España.
Parece que no ha pasado factura la inactividad por usted. 12 puntos, 8 rebotes y 17 de valoración en su debut con el Estu
Sí, aunque nos faltó la victoria que es la parte más importante. En la pista es verdad que todo salió bien, ya tenía algo de rodaje porque venía de jugar en Puerto Rico, que tiene una liga con muchos partidos. Eso me ayudo a volver a aprender a competir.
Supongo que volver a jugar es una buena manera para normalizar su vida después de la enfermedad de su hijo Skyler, al que se le detectó un tumor cerebral hace casi un año.
Está claro. Fueron diez meses bastante diferentes para mí. La vida nos puso ante unos retos muy diferentes a los que estaba acostumbrado. Volver a jugar es un buen paso para normalizar nuestra vida.
¿Cómo está ahora Skyler?
Muy bien, de momento. Está mejorando día a día, creciendo rápido, empezando a hablar bastante. Le hicimos un escáner cerebral hace un mes y todo salió bien. Realmente se le ve muy feliz. Estamos cuidándolo y vigilándolo por lo que pueda pasar en el futuro, con revisiones médicas constantes.
Entonces, todo bien, pero bajo estricta vigilancia médica...
Así es. Tendremos que seguir con los controles durante varios años, al menos hasta que él cumpla los diez. Cada cierto tiempo tocan escáners, porque siempre hay posibilidades de que el tumor pueda volver. Por eso hay que estar pendiente de que nada cambie.
¿Le han acompañado él y su esposa Alexandra hasta Madrid o se han quedado en Vancouver?
Están llegando ahora [la entrevista se realizo ayer por la tarde]. En una hora y media estarán por aquí.
Hace casi un año de que se detectará aquel tumor. ¿Cómo le recuerda ahora que está a punto de volver a Gran Canaria?
Muy raro. Intento no pensarlo demasiado, no volver a aquellos momentos que fueron tan duros para mi familia. Seguro que va a ser una vuelta emocionante. Volver a la Isla, volver a ver cada sitio, cada recuerdo... Por un lado, el malo, el de la enfermedad de Skyler. Pero por el otro están los compañeros, la gente del club volcada con nosotros frente a aquella desgracia. Lo recuerdo como algo surrealista, todo fue muy rápido.
¿Qué importancia tuvo en esos momentos el doctor del club, Pedro Montesdeoca, y el servicio que se le prestó en el hospital?
Muchísimo, fue algo increíble. Lo que nos ayudaron para facilitarlo todo para que estuviéramos lo más tranquilos y cómodos posible dentro de algo tan grave. Fue sólo una semana la que estuvimos allí, pero sé que lo hicieron todo para ayudarnos y eso lo agradeceré siempre.
Volvieron a Canadá y felizmente se resolvió todo...
Fue un viaje bastante duro. Los doctores en Canadá también se portaron de manera increíble y Skyler respondió al tratamiento.
El baloncesto español se volcó con usted. ¿Le llegó ese cariño desde aquí?
Sí, por supuesto, lo sentía muy cerca aunque estuviera en Canadá. Fue increíble, un apoyo enorme, tanto emocionalmente como en el sentido económico, porque la gente nos ha ayudado un montón. Es algo que siempre guardaré. No encuentro palabras para agradecer lo que siento cuando me acuerdo del apoyo que me envió Gran Canaria y España.
Se recaudaron casi 10.000 euros en el Herbalife para ayudar a costear el tratamiento de su hijo. ¿Para qué le valieron?
Sin eso yo hubiera tenido que volver a trabajar mucho antes. Es el regalo más importante, porque me dio la oportunidad de seguir siendo padre y de estar al lado de mi familia, no a miles de kilómetros. Sin estos fondos recaudados hubiera sido un camino más duro para mí y para mi familia, seguro que hubiera tenido que empezar a jugar mucho antes.
No pudo despedirse de Gran Canaria. ¿Tiene ganas de volver a la Isla?
Será un regreso lleno de emociones, trato de no pensarlo mucho porque va a ser un cocktail de buenos y malos recuerdos volver a la Isla. Sobre todo, sí que tengo ganas de volver y ver a la gente y poder agradecerle a todo el mundo en persona lo que hicieron por mi familia.
¿Ha mantenido el contacto con el resto de sus excompañeros en el Granca?
Sí, hable con Kyle Kuric y con Brad Newley. Siempre me preguntaron por mi familia. Tengo ganas de verlos y recordar la buena temporada que pasamos ahí.
Justo habla de Kyle Kuric. ¿Cómo vivio el tumor cerebral que padeció?
Muy mal, fue muy duro también. Su mujer hizo muy buenas migas con mi mujer y hablamos justo cuando le pasó. Estuvimos en Canadá esperando noticias sobre él, que saliera todo bien. Cuando entró en coma, sólo podíamos esperar, sin poder ayudar en nada. Fue bastante difícil de asumir, sabiendo que lo estaba pasando realmente mal. Al final, salió todo bien.
¿Han hablado desde aquellos días de hospital?
Sí claro, tanto yo como mi mujer. Incluso hemos hecho algún Facetime para que vean a Skyler. Es increíble su recuperación, un caso que nunca se ha visto. Estoy muy sorprendido por lo rápido que ha vuelto y además jugando a un buen nivel.
¿Sigue con sus proyectos musicales y sociales?
Sí, aunque menos con todo lo que ha pasado. Sigo tocando mucha música pero para Skyler, que le encanta. Ahora estoy montando un negocio de jardinería comestible, todo orgánico. En esto es en lo que estoy centrando mi tiempo libre últimamente.
Antes de fichar en el Estudiantes estuvo en Puerto Rico jugando para los Brujos de Guayama. ¿Qué tal fue esa experiencia?
Bien, es algo diferente. Tardé un poco en coger el ritmo de partidos. Al final estaba muy bien, fue una aventura interesante, en un país nuevo y jugando de nuevo.
Ha elegido un reto difícil: vuelve a España para intentar salvar al Estudiantes del descenso.
Sí que lo es. Estamos compitiendo y tenemos que hacerlo partido a partido. Quedan oportunidades. Estamos muy motivados. Tanto el club como los jugadores saben en la posición en la que están. Es un equipo bastante joven, pero tratan de mejorar cada día para conseguir mantenerse en la Liga Endesa.
¿Ha podido seguir al Granca este año?
Sí, tienen un equipo muy completo. Han llegado un par de piezas importantes al club y se nota. Están en la parte de arriba de la tabla y tienen un par de jugadores muy buenos en cada posición.
Se fue usted, pero llegó otro canadiense, Kevin Pangos. ¿Qué opinión le merece como jugador?
Está a un nivel altísimo. Es capaz de hacer un poco de todo. Para ser su primer año como profesional y encima en Europa, está completando una gran temporada.
Este verano hay preolímpico para Canadá. ¿Le ve opciones de estar en esa selección?
Por supuesto. Tiene la calidad y el talento. Después de jugar un año así en Europa, lo veo con más posibilidades aún. A veces a nuestra selección nos pasa eso, que tenemos muchos jugadores que se mueven bien en la NBA, pero no tanto en otro tipo de baloncesto.
Y usted, ¿se ve con opciones?
Sí, lo intentaré. Estoy muy motivado con conseguirlo. Sé que será complicado porque hay muchos jugadores buenos interiores, pero lo intentaré. Espero que la parte veterana que tengo me pueda ayudar a estar ahí.
