¿Cómo se encuentra a falta de horas para que se juegue la vuelta de la final de la Challenge Cup?
Un poco nerviosa, no te voy a mentir, pero con las mismas ganas de querer hacer historia en el Rocasa y en el balonmano canario.
Llevan ya varios entrenamientos esta semana. ¿Cómo ve a sus compañeras?
Muy motivadas. Admiro la capacidad de sacrificio de todo el equipo, desde el cuerpo técnico al de nuestras compañeras. Pero por supuesto, me quedo con el de mis compañeras.
¿En qué sentido lo dice?
En lo que hemos remado para levantarnos de los chascos de esta temporada. Tuvimos un mes muy difícil con tres competiciones donde nos jugábamos todo y en la única donde hemos podido sacar rendimiento ha sido en la europea. En menos de 15 días nos quedamos fuera de la Copa de la Reina a la primera; después en casa contra el Bera Bera, que si ganábamos teníamos prácticamente la Liga a nuestro favor. Lo único que podemos hacer es recuperarnos y poder coronar el trabajo de cuatro años el sábado, donde prácticamente hemos estado la misma gente en el día a día.
A pesar de eso que habla, un título europeo hará ilusión...
Sí, claro. Hemos trabajado muy bien y cada año hemos dado un poco más. Es verdad que me quedo con la espinita de lo que ha pasado este año, porque quería ganarlo todo. La Supercopa se nos da mal, porque se juega en agosto, un mes difícil para nosotras. En la Liga ya no dependemos de nosotras y en la Copa caímos en la primera ronda.
¿Cuatro goles de renta como tienen son suficientes para llegar a confiarse?
Para nada. Son cuatro goles y son buenos. Sinceramente, me esperaba que el Kastamonu saliera más fuerte y al principio pensaba que lo que teníamos que hacer era no perder de mucho para remontar en casa. Sin embargo, salimos superenchufadas y me dije: "¡Ostras, si podemos ganar!". Ahí me vine arriba.
En la ida ya se vivieron momentos complicados ante ellas cuando manejaban buenas rentes a su favor.
El balonmano funciona así. En cuestión de minutos puedes ver como tu renta se esfuma. Lo bueno que tenemos nosotras es que esas adversidades que te puede dejar un partido, las solemos manejar bien, mientras que otros equipos se tambalean.
¿Ya le ha dado Paco Santana algunas consignas sobre cómo salir el sábado?
Estamos tratando de encontrar la manera para solventar los problemas que tuvimos en la segunda parte, cuando nos hicieron una defensa mixta para que no le llegaran balones a Almudena Rodríguez. Por otro lado, también estamos trabajando la defensa que para mí fue clave junto a Silvia Navarro en la primera parte.
El 5-1 en defensa las ahogó. ¿Se repetirá esa táctica?
En las competiciones europeas los equipos están acostumbrados a un 6-0 típico con gente alta por el centro. Nosotras no tenemos esa envergadura, pero somos pequeñas y guerreras.
¿Le ve potencial al Kastamonu para remontar?
Tiene muy buenas jugadoras. Me esperaba una portería más fuerte, porque cuentan con la portera titular de Montenegro. Las vi algo flojas, pero estoy segura que ya se habrán visto mil vídeos nuestros y van a parar hasta con los ojos.
¿Se nota que es una semana que puede ser histórica?
Es una copa europea y no siempre se está tan cerca de levantarla. Es algo que no sucede todos los días ni todos los años.
¿Qué pasa por su cabeza después de tantos años aquí en estos días?
Gratitud. Mucha gratitud. Sobre todo con la gente que nos ha apoyado siempre, durante tantos años. Después, con toda la gente que se ha volcado con nosotras durante estos días. Hay gente que te dice: "Es la primera vez que las he visto por la tele y para nada me esperaba que jugaran así". Eso es gratificante, porque siempre hemos peleado por tener más visibilidad y encontrar más apoyos. Después ves que la gente se engancha y eso gusta.
¿Se siente responsable de alguna manera porque de ello dependa que la gente siga y se enganche al balonmano?
No sé si responsable, pero sí que hemos ganado nuestro espacio con lo que vamos haciendo. Un poco nuestro lugar, incluso mediático en la prensa o en la televisión. Es cierto que además somos un deporte femenino y siempre ha priorizado el masculino. Yo siempre lo he dicho, el deporte femenino es muy atractivo porque no sólo predomina la fuerza. Como tenemos esta debilidad, tenemos que tirar de destreza, de tácticas. Me parece más bonito.
¿De quién se acuerda en momentos como estos cuando tiene al alcance un título europeo?
De mi familia. Son los que están siempre ahí, apoyándome. Siempre es la que te aguanta cuando llegas a casa después de jugar. Soy alguien que siempre intenta rozar la perfección y que se cuestiona muchas cosas cuando acaban los partidos. Ellos siempre están ahí dándome ánimos, al pie del cañón, con sus consejos para hacerlo todo lo mejor posible.
Sus dos hermanas, ambas exjugadoras del Rocasa, tendrán algunas cosas que decirle siempre...
Hombre, Gemita y Cris me ayudan bastantes. Gema ha sido mi referente siempre en este deporte, en todos los aspectos. Por ejemplo, en la capacidad de sacrificio, en no poder salir de fiesta con tus amigos porque tienes que jugar el sábado y debes estar concentrada, o dejar por el camino veranos porque tienes que estar concentrada con la selección. Son valores que te enseña el deporte, pero que dependen mucho de tu ambiente, de la familia que tengas.
Más allá de las veteranas del equipo, ¿hay futuro en las Sayna Mbengue, Carmen Simón, Carmen Toscano, Dara Hernández...?
Lo que siempre me ha gustado del Rocasa es que han sacado gente joven y buena. Ellas son las que nos ponen las cosas difíciles en los entrenamientos, porque tener gente ahí detrás nos hace darnos cuenta de que en nada te pueden coger el puesto. Así que sí, creo que van a llegar lejos.
Y hablando del futuro, ¿dónde ve el suyo el próximo año?
Ahora mismo sólo pienso en esta temporada. Justo voy a terminar mi carrera, así que el año que viene ya se verá. Igual dejo de jugar, igual no... Me tengo que sentar con el club para analizar un par de cosas y a ver si nos ponemos de acuerdo. A día de hoy sólo pienso en ganar la copa el sábado y después ya se verá lo que sucede.
Viendo su carrera, íntegra en Gran Canaria, ¿tiene la inquietud de qué pasaría fuera de ella?
Me gustaría tener la fuerza y agallas de poder jugar fuera sin saber el idioma, en un equipo nuevo, en un balonmano nuevo. Me gustaría tener esa experiencia, pero a día de hoy no sé si saldrá.
¿Cree que se valora menos su juego por desarrollarlo aquí?
No creo que sea eso. A mí me tira mucho mi familia. He apostado por el proyecto que ha tenido el Rocasa aquí, con un buen bloque y jugadoras canarias. Me gusta estar aquí, porque nos ha llegado el reconocimiento con una Copa de la Reina. A este club el que le ha dado los logros ha sido la gente de la tierra, de la cantera.
¿Le duele no haber tenido la oportunidad aún de no haber sido convocada con la selección española? ¿Piensa que estar en el Rocasa es un hándicap?
No lo creo. Me encantaría ir, mentiría si dijera lo contrario. Ansío llegar ahí, por mejorar mi juego. Al principio se decía que no defendía. Ahora lo hago. Sigo luchando y entrenando para mejorar día a día y ser más completa. No sé cuántos años me quedan jugando la verdad, pero espero poder estar de aquí a una o dos temporadas en la selección nacional, siempre lo he soñado.
