Los regatistas grancanarios Onán Barreiros y Juan Curbelo, apeados de los Juegos Olímpicos de Brasil y en lucha por su plaza en la categoría 470, han saltado esta semana a la actualidad al poner de relieve las desavenencias de los deportistas más punteros con el Real Club Náutico de Gran Canaria.

La semana comenzó con una rebelión pública de los cuatro deportistas más pujantes que tiene en la actualidad el club contra su comodoro, Santiago Ceballos. Los cuatro que estamparon su firma en el escrito que hicieron llegar a los medios de comunicación fueron el propio Onán Barreiros, además de Joel Rodríguez, Martina Reino y Joaquín Blanco.

Al parecer, uno de los detonantes del conflicto fue el despido del preparador físico del club, Samuel Díaz, a través de una carta por correo y justo en los momentos previos a las competiciones internacionales más importantes para los deportistas. Todos ellos, consideran a Samuel Díaz "uno de los pilares básicos de la estructura del equipo de los últimos cuatro años, durante los que se han conseguido el triple de títulos que se lograron entre 2002 y 2012".

Al día siguiente, otro puñado de deportistas se sumaron, entre ellos Juan Curbelo, Nahuel Rodríguez y Nicolás Rodríguez. El propio preparador físico mostró sus satisfacción ante la "valentía" de los regatistas. "Estoy orgulloso de ellos", llegó a decir.

Y mientras Ceballos y el Náutico callan sobre las tensiones con los deportistas, los regatistas en lucha por su plaza olímpica en 470 revelaron que han acudido al arbitraje internacional para que dirima a quién corresponde acudir a los Juegos Olímpico, si a ellos, o al dúo elegido por la Federación, conformado por Jordi Xammar y Joan Herp.