Luis Enrique, entrenador del FC Barcelona, negó que exista una "situación delicada", antes del encuentro de la penúltima jornada de Liga BBVA en la que el líder recibirá hoy al Espanyol en el derbi barcelonés en el Camp Nou (16.00 horas), dependiendo de sí mismo para proclamarse campeón, si vence en las dos jornadas ligueras restantes, e indicó que el Tamudazo que les costó la Liga en 2007 no le interesa "lo más mínimo".

"La clave es la cabeza, sin ninguna duda", subrayó el técnico, para referirse a una de las dimensiones que más le preocupa para el partido de hoy. Luis Enrique reclamó que el premio es "para el que es mejor durante 38 jornadas" y no solo en un corto periodo del campeonato.

El entrenador asturiano, que hoy cumplirá 46 años, destacó del Espanyol que es un equipo que se siente "cómodo defendiendo" y que contragolpea con peligro. "La importancia pasa por cuidar todos los detalles a la hora de defender y atacar, y nos tenemos que centrar en las cosas en las que el Espanyol es fuerte, como la transición y las jugadas a balón parado", señaló.

Acerca de la tensión que se vivió en el inicio del año, en los tres partidos seguidos contra el Espanyol, Luis Enrique aseguró que hablar lo de lo que aconteció "no tiene ningún interés". "Quizá sirve hablar porque los entrenadores son los mismos, aunque han hecho alguna variante para acabar jugando un 4-1-4-1, pero nada más", subrayó.