¿Cómo se siente el día después de haber conseguido levantar la Challenge Cup?
Terminando de hacernos a la idea de todo lo que hemos vivido, de lo que acabamos de conseguir. Esto ha sido un paso muy importante para la historia del club y, por supuesto, del balonmano de Canarias. Estamos muy contentas, pero como te digo, asimilando todo esto, la trascendencia del título.
¿Se es consciente de esa trascendencia que lleva la Challenge Cup para el deporte de toda Canarias?
Aún no, será cuestión del tiempo. Hoy [por ayer], algo más que ayer [por el sábado]. Compras el periódico y ves que sales en la portada, abres los informativos regionales, son cosas a las que no estamos acostumbradas del todo. Entonces, a partir de ahí sí te das cuenta poco a poco. Actos como los que hemos vivido con el Herbalife Gran Canaria y la UD Las Palmas, también te lo recuerdan.
Si echa la vista hacia la vuelta de la final frente al Kastamonu, ¿con qué se queda?
Con la unión de todas en el partido. Íbamos todas a una, a por un objetivo colectivo importantísimo. Pusimos en práctica lo que habíamos trabajado, pero por encima de eso están las ganas, el coraje y el corazón. Eso lo pongo por delante de los elementos técnicos o tácticos.
Fue un partido donde las extremos fueron importantísimas. ¿Lo siente así?
En la ida ni Melania Falcón ni yo estuvimos demasiado bien. El sábado, dio la casualidad de que sí, por unos factores o por otros. Pero repito, lo importante de este equipo es el conjunto por encima de las individualidades. Dar lo que puedas aportar e ir a por la victoria. Y eso hicimos.
¿Cómo vivió en la pista el ambiente excepcional que se vivió en el Rita Hernández?
Impresionante. Sólo podemos tener palabras de agradecimiento, creo que nadie se podía imaginar algo así. Es verdad que la afición siempre responde. Estamos acostumbradas a jugar en el Antonio Moreno, un pabellón más pequeño, con nuestra gente más fiel. Pero lo del sábado, con 2.000 personas haciendo ruido, tanto que ni nos escuchábamos entre nosotras, fue impresionante.
Esto no se detiene para el Rocasa. El miércoles en Alcobendas se juegan sus opciones de seguir peleando por la División de Honor con el Bera Bera.
Todavía seguimos teniendo opciones por conseguir la liga, aunque no dependa de nosotras mismas. Nuestra obligación es seguir esperando a un tropiezo de ellas, aunque será difícil. Tenemos que poner todo lo que está de nuestra mano para intentar llevarnos todos los puntos que hay en juego y eso pasa por ganar.
Pase lo que pase con la Liga y después del chasco de la Copa de la Reina. ¿Este título hace que la temporada del Rocasa sea de notable alto o de sobresaliente?
Para mí de sobresaliente, simplemente por haber levantado la Challenge Cup. Es el segundo título del club después de la Copa de la Reina del año pasado. Es algo que ya nos ha dicho Paco Santana otras veces. Al principio de la temporada hubiéramos firmado estar donde estamos ahora, con un título más y con opciones de ganar la División de Honor.
Se crió en el Rocasa, jugó en la Península durante muchas temporadas y después regresó a casa. ¿Se esperaba esta evolución del club desde su regreso?
Si miro atrás, no me lo podía imaginar. Es un club que siempre ha trabajado bien la cantera y en el momento en el que la crisis llegó al balonmano, el Rocasa ha salido para adelante. Otros equipos que tiraron de talonario se quedaron en el camino.
Estos días los medios las hemos tenido más en cuenta. Muchos políticos se han acercado al Rocasa. En el Rita Hernández el palco estaba lleno. ¿Espera que este triunfo les sirva para que se suba la consideración pública de este club?
Espero que sí, que este título ayude a que se mire más al balonmano y al deporte femenino en general. Estamos haciendo cada temporada un papel muy importante para el deporte grancanario. Creo que se nos debería tener más en cuenta, sí. Poco a poco, pero cada vez vamos saliendo más en los medios de comunicación y eso también es importante. Eso le puede ayudar al club a encontrar patrocinadores nuevos.
