El 19 de marzo de 2010, en el Jacksonville Veterans Memorial Arena de Florida -ante 12.251 espectadores-, Kyle Kuric y Samardo Samuels jugaron su último partido juntos con la Universidad de Louisville. Aquel día, al inicio del March Madness de la NCAA -torneo que decide el campeón universitario de baloncesto en Estados Unidos-, el equipo entrenado por Rick Pitino perdió ante los Bears de la Universidad de California (77-62) y dejó inacabado uno de los programas más ambiciosos de los Cardinals durante la última década.
Kuric y Samuels, que compartieron vestuario dos cursos en Louisville, se volverán a cruzar mañana, seis años después de aquella derrota que trastocó en parte los planes del centro académico de Kentucky. Lo harán como rivales, en el Palau Blaugrana, en uno de los encuentros más atractivos de la jornada número 32 de la Liga Endesa. El escolta de Indiana, vestido con la camiseta del Herbalife Gran Canaria; el pívot jamaicano enrolado en las filas del FC Barcelona Lassa.
Adversarios mañana, a partir de las 19.30 horas (Dial 193 de Movistar+), hace seis años Pitino levantaba un nuevo proyecto de los Cardinals sobre la intimidación de Samuels en la pintura y los puntos de Kuric desde el perímetro. Ambos jugadores eran la piedra angular de un plan que pasaba por devolver la corona de campeón de la NCAA a la Universidad de Louisville.
Durante la temporada 2009-10, en su segundo año en la NCAA, Kuric y Samuels despuntaron como las piezas más fiables de un grupo en pleno proceso de reconstrucción. Los Cardinals cerraron su paso por la conferencia Big East con un balance de 20 victorias y 11 derrotas. En esa serie, un triunfo marcó en buena medida la carrera del escolta del Herbalife Gran Canaria. Ante la Universidad de Syracuse, en la Freedom Hall Finale, el jugador del conjunto claretiano anotó 22 puntos en la segunda mitad del duelo y, junto a Samuels (12 puntos), lideró el triunfo por diez puntos de ventaja (78-68).
Esa ambiciosa idea que manejaba Pitino para devolver la gloria a los Cards se derrumbó, en buena medida, por una apuesta personal de Samuels, que se declaró elegible para el draft de 2010 de la NBA y que poco después dio el salto al baloncesto profesional tras firmar un contrato garantizado con los Cavaliers de Cleveland (NBA). Sin el cinco jamaicano en su rotación, el técnico neoyorquino retrasó un año el reloj que marcaba el rumbo de la Universidad de Louisville.
El siguiente ejercicio, una "temporada puente" en palabras del propio Pitino tras la espantada de Samuels, el entrenador le dio los galones de su plantilla a Kuric, que en 2012 ya comandó el camino de los Cardinals hasta la Final Four de Nueva Orleans -allí, en semifinales, cayeron (61-69) ante su gran rival: los Wildcats de Kentucky-.
Los cálculos de Pitino, sin embargo, no eran erróneos. En el curso 2012-13, con Kuric en España para jugar con el Estudiantes en su primera aventura como profesional y con Samuels en plan errante -Cavaliers (NBA), Reno Bighorns (D-League) y Hapoel Migdal Jerusalén (Israel)-, llevó a los Cardinals de Louisville otra vez a lo más alto de la NCAA al ganar la Final Four de Atlanta a Michigan (82-76).
