La juez de Violencia sobre la Mujer 3 de Sevilla ha dictado auto de apertura de juicio oral contra el futbolista grancanario del Betis Rubén Castro por los presuntos malos tratos hacia su exnovia.

La juez ha dictado un auto de fecha 20 de abril pero notificado ayer en el que abre juicio oral contra el futbolista del Betis por un presunto delito de maltrato habitual, uno de coacciones, seis delitos en el ámbito familiar y un último delito de amenazas leves.

Este auto de apertura de juicio oral se conoce después de que el pasado mes de febrero la Audiencia Provincial de Sevilla dictara una resolución en la que ampliaba los cargos contra Rubén Castro y le atribuía nuevas agresiones contra la víctima como propinarle una patada en el estómago o causarle un hematoma en el ojo izquierdo, que podrían constituir un nuevo delito de maltrato habitual, ya que 'el uso de la violencia como método de imposición y de sometimiento de la voluntad ha sido reiterado y no aislado'.

Testimonios contradictorios

En el auto, la Sección Cuarta de la Audiencia estima parcialmente el recurso presentado por la defensa de la afectada contra el auto de procedimiento abreviado dictado por la juez y ordenó a ésta que incluyera en el relato de hechos nuevas agresiones cometidas supuestamente por el delantero del Betis, para quien la Fiscalía de Sevilla pide dos años y un mes de cárcel.

La acusación particular que ejerce la exnovia del futbolista recurrió la decisión de la juez de archivar la denuncia interpuesta contra Rubén Castro por los delitos de agresión sexual y maltrato habitual, tras lo que la Audiencia estimó parcialmente el recurso aunque únicamente en lo relativo al delito de maltrato habitual, ya que "no existen indicios racionales" de delito de agresión sexual.

En este sentido, el tribunal ordenó a la juez que incluyera como hecho probado que, durante la relación, "fueron frecuentes las disputas verbales e incluso físicas entre ambos, llegando el imputado a ejercer frecuentes actos de violencia contra" la víctima.

La Audiencia dijo que las declaraciones de los implicados y de las amigas de la denunciante "permiten sostener que durante la relación que ambos mantuvieron existió una situación conflictiva y tensa, con frecuentes disputas verbales e incluso físicas. Pero de igual manera rechaza que el jugador del Betis debiera ser procesado por un delito de agresión sexual, como quedó probado.