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Sin triples no hay paraíso

El Granca, que solo anotó cuatro tiros de tres puntos de 24 intentos, tuteó al Barça, pero echó de menos su acierto habitual en el perímetro

Sin triples no hay paraíso LP/DLP

"Hay que reconocer que es difícil, pero tenemos que ir con la mentalidad de siempre y la que queremos: dar el máximo para poder tener alguna opción. Siempre hay algún porcentaje de ganar para los dos equipo". Era el pronóstico de partido que Aíto García Reneses, técnico del Herbalife Gran Canaria, imaginaba en su cabeza en la rueda de prensa previa al partido frente al FC Barcelona. Poner en jaque al líder de la competición en su casa exigía bordear la excelencia a base de ganas, buen juego, acierto y que los azulgranas no tuvieran su mejor día. Una pócima para envenenar a un grande que está inventada en el deporte casi desde la aparición del mismo.

En el Palau Blaugrana el Herbalife Gran Canaria siguió al pie de la letra, interpretando a la perfección cada paso de esta fórmula para tutear al FC Barcelona, que se jugaba ayer ante los amarillos seguir al frente de la tabla clasificatoria. Cumplía el guión a la perfección. DJ Seeley, inspirado, era incontrolable ante los exigentes sistemas defensivos del Barça; Alen Omic no conseguía que Ante Tomic, referencia de los catalanes a pesar de llevar cumplir una temporada irregular, se metiera en el partido; sus bases eran capaces de controlar el tiempo del partido por momentos; Sitapha Savané firmaba su mejor partido de la temporada con un bigardo como Samardo Samuels delante; Xavi Pascual se desesperaba en la banda, tanto que se iba expulsado al llevarse dos técnicas de manera consecutiva... Todo en el desarrollo del partido parecía ir bien, de cara para los intereses del Herbalife Gran Canaria, que veía como se iba al descanso un punto por delante de uno de los colosos de la Liga Endesa.

Si Aíto García Reneses tiraba de porcentajes y de excelencia para concretar las opciones del Herbalife ayer era por algo. La máquina de ganar -con más o menos vistosidad- que es el FC Barcelona, sostenido en una rotación casi infinita, precisa algo más de lo que hizo el Granca ayer -que ya fue-. Algo que ha tenido durante toda la temporada no pasó por el Palau. Algo que le ha dado más de una victoria este año. Algo en lo que el Granca se mueve bien. Algo que sus jugadores tienen. Los triples.

Con solo cuatro lanzamientos de tres por dentro al final de los 40 minutos, el conjunto grancanario se hundió. Todo con 24 intentos desde el 6,75. Unos números que dejan un 11% de acierto desde el triple. Paupérrimo dato para intentar tumbar la mano de uno de los mejores equipos del continente. La falta de tino desde el perímetro condenó al Herbalife Gran Canaria, que aguantó hasta el inicio del último cuarto golpeando bien en el costado del Barça. Ahí, sin la magia que produce un balón cuando dando vueltas sobre sí mismo consigue besar el interior de la red, el Granca se derrumbó.

Esta vez el microondas del equipo, Sasu Salin, fue el que se quedó en la rotación de Aíto García Reneses. El escolta, uno de los mejores tiradores del equipo, fue el exterior descartado por el entrenador madrileño. De esta manera, el internacional finés cierra un círculo desde el regreso de Kyle Kuric. Todos los aleros y escoltas del equipo han pasado por el trance de ver al menos un partido desde la barrera. Ni siquiera Salin, uno de los tiradores más fiables del equipo y con más confianza por parte de Aíto, evitó este trámite.

Sin Sasu, solo DJ Seeley respondió desde el triple. El californiano se hizo esperar como recambio de Kyle Kuric por su enfermad. Sin embargo, su rendimiento -a juicio de sus actuaciones y estadísticas toca el máximo. Ayer se sacó 20 puntos con dos triples de cinco intentos -40% de éxito- en su haber. El último suyo marcó también el final de los del Herbalife. Un último tiro encestado que llegó demasiado pronto, justo en la primera canasta del tercer cuarto.

Desde ahí, el Granca se nubló. Ni un solo triple más a pesar de buenos movimientos del balón que dejaron tiros relativamente cómodos para los amarillo. Pablo Aguilar, no encestó ninguno de sus tres intentos; Eulis Báez erró su par de lanzamientos; Albert Oliver tampoco consiguió ver la red en los cuatro que probó; o Kevin Pangos, que solo clavó uno de los cinco que se marcó. Demasiados intentos fallados ante un rival que rozó la mitad de tiros de tres por dentro, con un 10 de 21 demoledor. El Granca, sin duende y en bonus de falta con mucho cuarto por delante, se entregó. Casi todo había rozado el plan perfecto, pero sin triples no hay paraíso.

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