El italiano Gianluca Brambilla (Etixx-Quick Step) se ha impuesto en solitario en la octava etapa del Giro de Italia de ciclismo 2016, con salida de Foligno y llegada a Arezzo, de 186 kilómetros, poniéndose además la "maglia rosa" de líder de la carrera.

Brambilla, junto con el español Alejandro Valverde (Movistar), fueron los grandes protagonistas de una etapa que no defraudó y, como era esperado, tuvo su "punto fuerte" en la subida a Alpe di Poti, a unos 28 kilómetros de la meta.

El italiano, que formó parte de un grupo de 13 corredores que se escaparon a una veintena de kilómetros del inicio de la etapa, invirtió un crono de 4 horas, 14 minutos 05 segundos, con una ventaja de 1'07 sobre su compatriota Matteo Montaguti (Ag2r), que ocupó la segunda posición.

A 1'41 llegó, en la sexta plaza Alejandro Valverde (Movsitar), dando tiempo a otros favoritos como Vincenzo Nibali (Astana) y Mikel Landa (Sky); mientras que el holandés Tom Doumolin (Giant), que salía como líder, cedió 2'51 en la llegada.

La etapa estuvo marcada por la larga fuga de 13 corredores, con Brambilla como mejor colocado en la general (a 1'56 de Dumoulin), que llegaron a contar con 5 minutos y medio de ventaja (a 46 kilómetros de la llegada) sobre un gran grupo donde estaba el hasta hoy líder Dumoulin (Giant) y otros favoritos, como Valverde, Nibali, Landa o el ruso Ilnur Zakarin (Katusha).

Todo ello, a la espera de la subida a Alpe di Poti, a 28 km de la meta y con 6,5 km sobre tierra y grava, y que pasaba por ser la gran dificultad de la etapa. Así fue.

La subida a Alpe di Poti, con 8,6 kilómetros de ascensión y pendientes medias entorno al 9 y el 10 por ciento, era especialmente esperada. Sus 6,5 km sobre tierra y grava, con el primer kilómetro y medio al 14 por ciento eran temidos. Y, por fortuna, en contra de las previsiones, lució el sol y sólo llovió en la mañana.

Eso sí, a falta de lluvia llegaron los clavos. A primeras horas, mientras en Foligno se daba inicio a la etapa, fueron encontrados decenas de clavos, de unos cinco centímetros de longitud y en su mayor parte oxidados, diseminados sobre la zona. La organización, ayudada por aficionados lo limpiaron a tiempo.

A las primera rampas de Alpe di Ponti, llegaron los 13 escapados, pero muy pronto Brambilla, ya líder virtual, impuso un fuerte ritmo que fue dejando atrás a sus compañeros de fuga. Tan sólo Montaguti siguió, a distancia, su ritmo.

Y si en los inicios del ascenso, Brambilla se fue en solitario, apenas tres minutos después en el mismo punto se desató la locura en el gran grupo. El encargado de dinamitarlo fue Valverde, que dio una lección de valentía en la subida y rompió la carrera.

El esfuerzo y valentía de Valverde se vio pronto compensado viendo como poco a poco se quedaba Dumoulin. Eso sí, a la rueda del español saltaron otros favoritos, como Nibali, Landa o Zakarin. Ninguno contribuyó en ayudar al murciano, que sólo contó en tramos con la colaboración de su compañero costarricense Andrey Amador.

Valverde, poco a poco, fue descontando la ventaja de Brambilla, pero sobre todo fue aumentando la suya sobre Dumoulin, que ya pasó del minuto a 18,4 km de la meta.

La cima de Alpe di Ponti fue coronada por Brambilla, con 24 segundos de ventaja sobre Montaguti. A 2'11 pasaba Valverde y compañía; a 3'31 un Dumoulin que sufría.

Restaban 18,4 kilómetros para la llegada, con una bajada muy técnica. Brambilla, por delante, y Valverde, más atrás, se lanzaron abiertamente: el primero, para hacerse con la etapa y el liderato, ahora su oponente era por la "maglia rosa" era Zakarin, que salió en la etapa con una ventaja de 1'28 sobre el italiano.

En la bajada se mantuvieron, más o menos, las distancias, llegando Brambilla a la meta de Arezzo en solitario, y alzando los brazos como merecido ganador de etapa, sumando los diez segundos de bonificación.

Valverde, Nibali, Landa y Zakarin entraron a 1'40, con lo que el italiano era el nuevo líder. Domoulin entraba a 2'51.

En la general, Brambilla domina con 23 segundos de ventaja sobre Zakarin, siendo ya cuarto Valverde, a 38 segundos.

Este domingo se disputará la novena etapa, una crono sobre un circuito en Chianti, de 40,5 kilómetros.