En busca de la eternidad de Roland Garros -se inicia el próximo 22 de mayo-, Novak Djokovic sigue acumulando méritos para conquistar el Grand Slam de París de tierra batida (el único que falta en su palmáres). En un ejercicio de épica de 3 horas y 4 minutos, remontó un parcial al japonés Kei Nishikori y se impuso (2-6, 6-4 y 7-6). Un vendaval.

En la final, que arranca a las 16.00 horas, en el Foro Itálico de Roma, le espera el británico Murray. Djokovic, 1 del mundo, que ya había eliminado a Nishikori en la semifinal de Madrid, prolongó a siete encuentros su racha positiva contra el japonés, gracias a una gran remontada, culminada en el desempate final (7-5). El serbio, que se cargó a Nadal en los cuartos, abraza su tercera final seguida, en el que fue campeón en las últimas dos ediciones. Intratable en arcilla, sigue pensando en la gloria en París, su gran obsesión.