La corona de la mesura. El ejecutor Luis Suárez trituró al Granada y catapultó al Barça a la leyenda. Una pica en Los Cármenes para disparar la dictadura de la legión del inmortal Messi. 24º entorchado de Liga, la sexta en las últimas ocho ediciones. Caminar despiadado, que sacó a la calle a la parroquia azulgrana del Archipiélago. Un festejo comedido. Tímido, pero que sirve de venganza. Heridos en su orgullo, ante la próxima disputa del Madrid-Atlético en la final de Champions. El 28 de mayo, en Milán, la fiesta será merengue o colchonera. Y eso duele.
16.01 horas. En la Plaza de la Victoria, con apenas un centenar de fieles, el final de Liga 2015-16 pasa desapercibido. En ese manto de silencio, tres terrazas compiten por el Santo Grial. Pasan los minutos y florecen pequeñas historias de pasión en el desierto. De todos los colores.
La familia Medina
Con un polo del Barça, Yeray Medina, acompañado de su mujer María José, y de su hijo Eder, no pierde el sentido. El 0-1 del Madrid en Riazor de Cristiano (7') es una anécdota. "Esto está ganado, es cuestión de tiempo; Messi y Luis Suárez harán los deberes", asegura.Asienten María del Carmen y Yanira -embarazada de Derek-, que completan una familia orgullosa. Mitad merengue, mitad de Messi. Pero Yeray mira al cielo. Luis Suárez hace el 0-1 y extermina los fantasmas. Se acerca el alirón. Cuestión de minutos. Se dispara un volador. Tres petardos...
Una bombonera
En el Sport Bar Guanarteme, Javier Cinsza -dueño del local- ha pensado a lo grande. Dos salas acondicionadas. Una exterior, para el éxtasis culé. Y otra, con una pantalla gigante para los madridistas más radicales. No hay pesimiso, espera Milán: "La Liga es un torneo de verano, algo menor. La Copa de Europa es la llave del cielo", valora Juan Galván.
En Néstor de la Torre, Alexis Alemán regenta el Balcón Canario II. Un Camp Nou en miniatura. Sara porta la bandera del Barça. Se desata Luis Suárez. Ya hay monarca. Champán y litros de cerveza. Todo por Luis Suárez y Jonathan Viera. Se festeja la gloria culé y la permanencia amarilla. Fiesta al cuadrado.
"El Mundial que conquistó España en Sudáfrica (2010), las dos Eurocopas...Somos un bar muy futbolero; y llega otro capítulo de éxtasis. El Barça se lo ha merecido, y Gran Canaria es amarilla y de Luis Suárez", asegura Alemán, que obsequiará con tortilla de papas durante esta semana a los seguidores del cuadro de Luis Enrique que acudan al bar. "Es la semana grande". Un entorchado más íntimo, con dos centenares de culés, en el epicentro de pasión. "En el ascenso de la UD, había miles. Ya hemos crecido, los éxitos ajenos parecen menores", dice Alemán.
