Papeleta complicada la que tiene hoy Aíto García Reneses en el choque que el Herbalife Gran Canaria disputa esta mañana en el Olímpico de Badalona, correspondiente a la última jornada de la temporada regular de la Liga Endesa. Y es que mantener la intensidad en su plantilla ante un encuentro totalmente intrascendente frente al FIATC Joventut resulta difícil cuando a las puertas está el momento más importante del año para el conjunto amarillo en la competición doméstica, la serie de cuartos de final del Playoff contra el Laboral Kutxa Baskonia que arranca en sólo unos días en Vitoria.

Aunque el entrenador madrileño mandaba algunos recados en la previa del partido ante los badaloneses, no es imputable que los suyos salgan ya con la mente puesta en los dos duelos que la próxima semana deben dilucidar contra el semifinalista de la Euroliga.

Aíto recurrió a un comentario que hacía algún exjugador suyo: "Estos partidos habría que anularlos". "Y no estoy de acuerdo con ello porque, si te gusta el baloncesto, el hecho de que sea muy trascendente o no un encuentro no significa nada, o poco. Es como si dijese que los entrenamientos no hay que hacerlos", afirmó.

Tampoco le vale al entrenador del Gran Canaria la excusa de exponerse a imprevistos físicos para no dar el máximo: "Si tienes miedo a las lesiones tampoco entrenarías nunca. Nada mejor que un entrenamiento como éste. Hay que jugar contentos y no estar preocupados por cosas posibles en cualquier circunstancia".

Un único reto estadístico le queda al Granca en este choque con el que se baja el telón de la primera fase liguera. De ganar, el cuadro grancanario conseguiría igualar la marca histórica del club en la ACB, establecida en 22 en la pasada campaña 13-14.

El partido que esta mañana que mide al Joventut y al Herbalife será también un choque de reencuentros. Los jugadores Albert Oliver, Eulis Báez y Sitapha Savané, ahora amarillos, también se enfundaron en su día la camiseta verdinegra. También en los banquillos este duelo tiene tintes nostálgicos. Aíto García Reneses lideró al cuadro catalán en su época más gloriosa, mientras que Salva Maldonado, responsable técnico de la Penya, vivió muy buenos momentos dirigiendo a la escuadra grancanaria.

El entrenador del cuadro local también intenta buscar un incentivo para que el duelo del Olímpico de Badalona resulte a priori atractivo: "Hay muchos ingredientes para ver un buen partido, un equipo que está quinto en la clasificación, como el Herbalife Gran Canaria, y nosotros, que estamos en la parte baja pero jugamos en casa. Queremos seguir con la línea de los últimos tres encuentros ligueros, siendo competitivos y muy concentrados, e intentar ganar en la despedida delante de nuestra afición".

Respeto a la vuelta de Aíto García Reneses, su colega dijo lo siguiente: "De joven, era seguidor de aquel equipo que él entrenaba. Hace 25 años que coincidimos en los banquillos y lógicamente es el entrenador con más experiencia, más palmarés y más credibilidad de toda la Liga ACB. Se trata de un referente para mí y para todo el baloncesto español".

Más allá de la intrascendencia del enfrentamiento, este encuentro ante el Joventut servirá para calibrar el verdadero estado de forma del Herbalife Gran Canaria de cara al Playoff por el título con el Laboral Kutxa Baskonia. Si nos ceñimos a sus apariciones anteriores, como la del pasado domingo en casa contra el Fuenlabrada, parece que la maquinaria está bien engrasada para afrontar con garantías el tramo final del campeonato, con casi todas sus piezas dando su mejor versión dentro de su rol. Destacar las buenas prestaciones que los jugadores con menos protagonismo en la rotación han demostrado en las últimas jornadas.

Desde los exteriores a los hombres altos, el Granca parece una orquesta bien afinada. En la dirección, Pangos, estelar también en cuanto a la aportación ofensiva, y Oliver forman un dúo muy fiable. A su alrededor, un ramillete de escoltas y aleros (Newley, Salin, DJ Seeley, Kuric, Rabaseda y Paulí) que permite a Aíto muchas variantes según vaya el choque. Y en la pintura, un Omic inconmesurable, un Savané en franca mejoría, un Eulis Báez siempre cumplidor, un Pablo Aguilar fiable y un joven Anzejs Pasecniks que ha demostrado que puede aportar su granito de arena.