El técnico del Sevilla Unai Emery se mostró decepcionando por el resultado conseguido en el Calderón pero orgulloso del trabajo de sus jugadores en la temporada. "Con un rival como el Barça y desde el planteamiento único de ganar, los 120 minutos dan para mucho. El equipo compitió según el juego y el rival, que es el que marca el partido. El equipo compitió muy bien (...) Hemos tenido dos buenas ocasiones en el segundo tiempo, quizá en los metros finales faltó algo de frescura. Fuimos capaces de ser, por momentos, superiores y por momentos ganarles. Pero es el Barcelona, puede desequilibrar el partido en cualquier momento. Faltó ser más letales en nuestra fase positiva".

Insiste que pesa el desgaste de la final de la Liga Europa del miércoles ante el Liverpool. "Tras el miércoles había que hacer un esfuerzo grande y estábamos preparados para hacerlo. Competimos contra un rival como el Barça, al que hay que evitar que se sienta cómodo. Cualquier fallo es perdonable".

Konoplyanka y Banega

No quiso hablar de la actuación del colegiado Del Cerro Grande, que expulsó a Mascherano, Banega y a Carriço. "Me fijo en nosotros, ante diez y once, dimos lo mejor para tratar ganar. Fuimos mejores".

Y cataloga de "intachable" la actitud de sus pupilos: "Lo mejor fue la respuesta de querer los 120 minutos y creer en ganar la final. Le faltó el acierto en los momentos que el equipo ha tenido y ese acierto, con algo más de frescura, el equipo lo hubiese tenido".

En relación a su futuro y del plantel, mira al horizonte con un talante positivo y ganador. "Quiero ser hoy mejor que ayer y mañana mejor que hoy. Quiero mejorar. A los que están cerca de mí, club jugadores, impongo esa norma. Me la impongo yo a mí mismo".

También se le cuestionó por el decepcionante rendimiento del jugador Konoplyanka. "Es difícil para Konoplyanka. Es un chaval humilde, encantador, quiere jugar y queremos enseñarle a competir. Es un proceso que no se hace en dos semanas, ni en cuatro. Estoy contento porque él quiere", advierte.

En último lugar, trasladó el pesar de Banega en el vestuario. "Está destrozado, he tenido mucha relación con él. De amor y de odio. Le quiero porque ama el fútbol y se hace querer. Cuando llegas a él te entrega su corazón y su fútbol y lo ha hecho en Sevilla. Se va llorando porque sufre y padece por el club".