Guerreras de 160 centímetros. La batalla de dos terremotos a ras del suelo. Carla Suárez se cruza en el duelo de tercera ronda, previsto para mañana sábado, con la eslovaca Dominika Cibulkova, en el que representa el quinto duelo entre dos tenistas que han sido 'top ten'. La grancanaria, número 14 del ranking mundial, que ha llegado hasta la sexta posición [febrero del 2016], mide un 162 centímetros. Se trata de dos de las competidoras de menor estatura de las elegidas para la gloria.

La isleña es la más baja en la relación de las primeras 15 clasificadas. Acostumbrada siempre a luchar contra todos los elementos, incluido el físico, ahora se cruza con un alma gemela. Con el revés a una mano como golpe mágico, dotada de una potencia física descomunal, Carla se las verá con la número 25 del ranking mundial y que mide 161 centrímetros. Separadas solo por un centímetro, ilustran la resistencia de las gladiadoras en un planeta donde las primeras espadas, como Serena Williams (175 centímetros), Radwanska (173), Kerber (173), Muguruza (183) o Azarenka (183) son rascacielos. Simona (168), Bencic (175), Bacsinszky (170), Penetta (172), Venus Williams (185), Kvitova (182) o Safarova (177), que anteceden en el ranking a 'Carlita', también superan a la grancanaria en esta lista. Solo Vinci (163), la séptima del mundo, respira en esa categoría de combatientes de puño en alto, que no pueden matirizar a las rivales con un saque descomunal.

En el último pulso entre Carla y Cibulkova, se impuso la grancanaria en Moscú en 2015 en dos mangas (6-4 y 7-5) y en pista rápida. En los tres duelos anteriores, y también en cemento, cayó ante la eslovaca en Tokyo (2015), Sofía (2014) y Open de Australia (2014). Será por tanto, en busca de los octavos de final de Roland Garros, la primera ocasión que se ven las caras en tierra batida. Cibulkova -que gana por tanto 3-1 en el cara a cara ante Carla- tiene en su expediente unas semifinales en la arcilla de París (2009) y unos cuartos de final (2012). Por su parte, Carla nunca ha pasado la barrera de los cuartos de final. Pero está llamada a dar la campanada.