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Herbalife Gran Canaria La crónica ('Playoff' de la Liga Endesa, primer partido de los cuartos de final)

Adams embiste al Granca

Los amarillos sucumben ante un Baskonia (81-76) guiado por la determinación del base, que clavó 24 puntos

Hasta el final. El Herbalife Gran Canaria tiró de su coraje para pelear el primer partido de la serie de cuartos de final frente al Laboral Kutxa, que tuvo que emplearse hasta los segundos finales del partido para tumbar al equipo amarillo (81-76) y colocar el 1-0 en la eliminatoria. Todo en un partido donde los vitorianos se agarraron a Darius Adams -24 puntos y 23 de valoración-, el mejor del día en un choque donde el Granca enseñó los dientes y validó sus opciones de llevar la serie al tercer partido.

Si el reto al que se enfrentaba el Granca ya tenía tintes épicos, con todo un equipo semifinalista de la Euroliga en frente, en una pista donde solo Iberostar y Unicaja habían conseguido sacar la victoria en la ACB, la dificultad del desafío subió de nivel antes de empezar el choque. Sasu Salin, lastrado por unos problemas físicos, se perdió el primer partido de la ronda. Una faena para Aíto García Reneses, que tiene en el escolta finés uno de sus hombres de confianza. El nórdico, más allá de su tiro de tres, cuenta en sus piernas con la capacidad defensiva que el Granca necesitaba para intentar frenar a Mike James y Darius Adams.

Un inconveniente que Aíto -de entrada- resolvió dándole la titularidad a Kyle Kuric. Junto a él, Kevin Pangos, Brad Newley, Eulis Báez y Anzejs Pasecniks. El Herbalife no vio con facilidad el aro, como si estuviera divorciado de él. Los cuatro primeros lanzamientos amarillos se quedaban sin canasta. Un déficit de puntos que el Baskonia tampoco se animaba a aprovechar para romper el marcador. Con Adams desbocado, sin demasiado acierto, pero reforzado con el rebote ofensivo, el Baskonia le empezó a dar los primeros chasquidos al marcador (4-0). Poco para un Granca que seguía sin encontrar la manera de meterle mano al aro baskonista y que se cargaba poco a poco de faltas.

El balance de la primera mitad del cuarto inicial lo decía casi todo: 11-2. En más de cinco minutos de partido, el Herbalife había sido incapaz de anotar más de una canasta frente a un rival que empezaba a oler la sangre.Y Aíto, ante tremendo panorama, paró el crono para agitar el banquillo.

La entrada de Oliver dio algo más de claridad al Granca. Eso y las manos de DJ Seeley, que empezaron a hacer flotar a los claretianos. Un triple suyo colocó un parcial de 0-7 que hizo al Granca desatascarse, creer y darle el primer disgusto del día a Velimir Perasovic. El Herbalife se lo creyó para elevar sus prestaciones y ampliar el parcial a un 2-15 que le valió para cerrar el acto con cuatro puntos de renta (13-17) con Omic al alza. Visto y no visto.

La reacción del Baskonia al inicio de segundo acto no tardó. James y Hanga se echaron encima a su equipo en un duelo que seguía empantanado, demasiado lento. Circunstancias que el Granca suele detestar, pero que ayer se volvieron a su favor. Si la pareja James-Hanga sostenía al Laboral Kutxa, DJ Seeley hacía lo propio (22-22 min. 15). Además, colectivamente, el equipo respondía sin la lucidez ofensiva de otros días. La tercera falta de Adam Hanga marcó el inicio de otro buen parcial del Herbalife, un 0-7 que dio al Granca su máxima ventaja hasta el momento (24-29) mediante un triple de Kyle Kuric. Perasovic, raudo, volvió a parar el asunto en busca de un cambio en los suyos que llegó, aunque no fue suficiente como para que se marcharan por delante en el electrónico al descanso. Ahí, en los dígitos, mandaba el Herbalife por solo un punto (31-32).

Sin embargo, el parón sentó mejor a los de Perasovic. El Baskonia le pidió los cuernos a Aker, su mascota con forma de carnero para dar una embestida potente en el pecho del Granca. Sin noticias del MVP Bourousis, controlado por Omic y Savané, siempre bien respaldados en las ayudas, los otros recursos del Laboral Kutxa salieron a paseo. El poderío de Tillie se dejó notar para empezar a bailar al son de Adams -12 puntos en este periodo-. Ni siquiera los problemas con las faltas de Hanga inmutaban al Baskonia.

En cuestión de segundos, al Granca se le había puesto el partido cuesta arriba. Las segundas opciones que le daba al Laboral Kutxa eran un pastel para los vascos. El parcial de 11-2 con el que el que los vitorianos abrieron el tercer acto fue una losa que el Granca pudo quitarse de encima a base de oficio en un partido que empezaba a abrirse. Reenganchados, sujetos a la fe que siempre ha movido a este equipo, una canasta de Pangos devolvía a los claretianos al partido (49-48). Pero de nuevo, el ciclón Adams se juntó con Bourousis para cavar una zanja enorme en el marcador. Nueve puntos consecutivos sin respuesta amarilla dejaron el partido cuesta arriba: 58-48 con la máxima diferencia del choque imperando en el Buesa Arena.

Al Granca solo le quedaba desnudarse y salir con todo en busca de la heroicidad. Reducir la distancia e intentar hacer dudar a un Baskonia que conducía en quinta marcha era el plan. Los intentos de trazar esa idea se chocaban con la solidez del Laboral Kutxa que trabajaba como un martillo (69-59, min. 35). Cuando todo parecía perdido, otro empujón de Savané, Báez -12 puntos al final- y Seeley -18 puntos y 22 de valoración- colocó al Granca a cuatro puntos, pero Bourousis y James sacaron de nuevo el hacha al instante (78-70). Oliver y Newley con un par de triples (79-76) dejaron el partido en las manos del MVP de la competición. En el tiro libre, el heleno se mostró certero a 12 segundos del final. Sus dos lanzamientos cerraron un partido que le da ventaja al Baskonia. El segundo plato, mañana (12.30 horas) en el Gran Canaria Arena.

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