Rafa Nadal anunció ayer su retirada de Roland Garros a causa de una lesión en la muñeca izquierda que viene arrastrando, y que va a más desde que comenzó el Grand Slam de tierra batida. En una comparecencia por sorpresa, un día antes de que jugara su partido de tercera ronda contra el también españolMarcel Granollers.

Visiblemente afectado, el manacorí informó que sufre una inflamación en la "vaina del tendón", y que en los últimos días ha jugado infiltrado, pero que los médicos le han explicado que si sigue jugando la rotura será total y no podrá terminar el torneo.

El tenista, que ha ganado nueve veces Roland Garros, aseguró que tomar la decisión de retirarse "ha sido muy difícil" y que lo ha hecho porque ya no tenía más opciones. "Mi objetivo era jugar aquí cinco partidos más y cuando me han dicho que eso no era posible, no merece la pena seguir", afirmó Nadal al borde de las lágrimas.

El balear aseguró que sintió las primeras molestias en su duelo de cuartos de final contra el portugués Joao Sousa, en el Torneo de Madrid. A partir de ahí, comenzó un tratamiento y jugó algunos partidos con la muñeca anestesiada, pero señaló que el torneo de Roma, en el que perdió en semifinales contra el serbio Novak Djokovic, lo jugó sin anestesia.

Pero los dolores aumentaron cuando llegó a París y, desde entonces, han ido a más. Según su relato, los médicos le dijeron que de seguir jugando con la muñeca anestesiada había un gran riesgo de que se rompiera definitivamente y tuviera que perderse el resto de la temporada.

"He tomado la decisión de renunciar a este torneo, con todo lo que significa para mi, para intentar volver en unas semanas al mismo nivel", comentó. "He asumido los riesgos que se pueden asumir y un poco más, pero no da para más. Muchas veces hemos ido al límite en el riesgo. Me ha ayudado a competir al limite, pero no me ve capaz de poder jugar y esa es la realida", ", aseguró el tenista español.