La Fiscalía cree que ha quedado demostrado que Lionel Messi no tuvo intención de defraudar al fisco, por lo que ha pedido su absolución en el juicio que se sigue contra el jugador y su padre, Jorge Horacio Messi, por tres delitos contra la Hacienda Pública.

El ministerio público solo solicita pena de prisión (18 meses) para el padre del futbolista, que además ejercía como su representante, por haber defraudado 4,1 millones de euros de los beneficios recaudados con los derechos de imagen del futbolista durante los ejercicios de IRPF de 2007, 2008 y 2009. Esta cantidad, más los intereses de demora (en total algo más de 5 millones de euros) ya fue consignada por el jugador en agosto de 2013, como "reparación del año" por las cuotas defraudadas.

La Abogacía del Estado ha mantenido la petición de 22 meses para ambos acusados, pues considera que, aunque Jorge Messi era la persona que "supervisó" toda la estructura societaria defraudatoria, "mantuvo informado" de la misma a su hijo quien era el obligado tributario. Y ha definido al futbolista como "un 'capo' de una estructura criminal", aunque matizó que no quería compararlo con un mafioso sino ilustrar el "modus operandi" en la defraudación.