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Herbalife Gran Canaria La entrevista

Aíto: "Comparar a mi sustituto conmigo es mal plan, el Granca debe continuar"

"Lo más bonito de este Granca es que hubo voluntad y capacidad para mejorar. Lo mejor ha sido el día a día", manifiesta el exentrenador del Herbalife Gran Canaria

¿No hay manera de que se arrepienta, recapacite y siga en el Granca?

[Risas] No, no. Está tomada, está tomada la decisión.

¿Y bien meditada?

Sí, es lo adecuado después de dos años muy bonitos aquí. Es un plazo lógico en mis circunstancias.

¿Hubo algún momento en el que manejara la opción de seguir en el Granca?

[Medita la respuesta] La cuestión es que no le he dado muchas vueltas al asunto, porque cuando entrenas y diriges a un grupo de profesionales estás centrado en lo que hay que hacer. Cuando lo pensé, en su momento, lo aparqué porque consideré que era lo más adecuado para el club y para todos. No era plan de darle vueltas a una cosa que no tiene que ver con lo que estás haciendo. Lo que importaba era competir, entrenar bien y tener un buen final de temporada.

La semana pasada un equipo europeo tanteó su fichaje y la respuesta que encontró fue negativa porque iba a seguir aquí. ¿Qué pasó desde entonces?

No es exactamente así. Realmente sí me comentaron alguna cosa, pero no pasó de ahí. Haga lo que haga, si hago alguna cosa, será algo que me apetezca mucho. No estoy buscando nada. Si se presenta algo que me seduzca y que me parezca adecuado, lo haré. Pero no pienso en nada.

¿Y ahora, qué? ¿Será entrenador? ¿Director deportivo?

Tampoco lo sé. No tengo nada predispuesto.

La sensación que transmitió algunas veces es que valoraba más otras cosas, como la progresión de un jugador o de todo el colectivo según su manera de entender el juego. ¿Es así?

Es completamente cierto. Realmente me gusta sacar buen rendimiento al equipo, pero también me gusta ayudar a que el club crezca y ayudar a los jugadores a crecer. Y eso es una motivación tan grande o más que obtener buenos resultados.

¿Cómo encaja en un negocio en el que todos los clubes se fijan en los resultados? Es usted una especie de rara avis.

Es raro, pero creo que es compatible. Absolutamente compatible. Ha quedado demostrado a lo largo de los años. A lo mejor hay poca gente que sea capaz de hacer las dos cosas, pero yo me he encontrado capaz de hacerlo y he disfrutado mucho. Me ha gustado. He ayudado a equipos a crecer deportiva y estructuralmente, aunque no sea mi responsabilidad, y he ayudado a jugadores a ser mejores. Y eso es una parte muy bonita de este oficio.

Calificó la temporada con un sobresaliente. ¿En base a qué lo hizo? ¿Sólo por los resultados? ¿O porque considera que todo el equipo dio un paso al frente?

Por el esfuerzo de todos, claro. Porque de acuerdo al potencial que tenemos en este momento, hemos estado muy cerca del cien por cien. Pero además, ese cien por cien se ha elevado cada semana. No sólo a nivel individual o por lo que han hecho los jugadores jóvenes que aún tienen un recorrido o lo que nos han dado los veteranos. Por ejemplo, es la primera vez que Oliver juega en ciertas posiciones como el poste bajo. Todos han querido progresar. Y la capacidad de mejora depende, en primer lugar, de la voluntad y, en segundo lugar, de la capacidad que tenga cada uno. En este caso, lo bonito es que la voluntad y la capacidad la han tenido todos.

Si mira para atrás y analiza a los equipos que ha entrenado, ¿siente más satisfacción por todo eso que apunta o por los títulos?

Bueno, ganar también está bien. He disfrutado con todos, no puedo eliminar a ninguno de los equipos en los que he estado. Lo he pasado muy bien en el Cotonificio, en el Joventut, en el Barça, en el Sevilla, en la selección. Y en este también. Ha sido fantástico.

Y con este Granca, ¿está más orgulloso que de otros equipos con los que ganó títulos?

Bueno. Yo creo que aquí la parte más importante está en que hay muchos entrenadores que sólo quieren entrenar a equipos que aspiran a ganar títulos y siempre se han movido en ese terreno. Pero se puede entrenar a un equipo juvenil, a uno profesional, a uno joven, a otro veterano, a uno que aspire a todo y a uno que aspire a ser mejor cada día independientemente de la clasificación. Esa es mi principal característica y por eso he podido disfrutar de mi carrera.

De estos dos años en el Herbalife Gran Canaria, ¿con qué momento se quedaría?

Con el día a día. La forma de entrenar del equipo ha sido muy interesante, porque no ha sido fácil conseguir que todos los jugadores estuvieran dentro de la línea que habíamos marcado. Pero todos mostraron querer mejorar en cada momento, tener una competitividad, todo eso ha sido lo mejor. O también ver como se ayudaban unos a otros para conseguirlo. Esa es la parte más bonita, todo el conjunto todo el tiempo.

El jueves admitió que se embarcó en el Granca con ciertos temores. ¿Pensó en algún momento que podía alcanzar los éxitos que llegaron luego?

La verdad es que tenía mis dudas. Es cierto que aquí me iba a encontrar una base sólida a diferencia de otros equipos, en los que su principal preocupación está en eliminar la deuda. Aquí, en ese sentido, se está mucho mejor y eso es un elogio para todas las personas que estuvieron antes en el club y consiguieron mantener un club en una situación ascendente y sin excesos. En ese sentido estaba muy bien, pero que pudiésemos continuar esa línea de mejora era realmente difícil.

¿Cree que el Herbalife Gran Canaria, con sus circunstancias y las que le rodean -potencial económico de otros equipos para confeccionar sus plantillas-, tiene mucho margen de mejora?

Hombre, yo creo que es difícil. He insistido todo el año en que la gente tiene que estar con los pies en el suelo. Creo que lo está, aunque algunas veces alguien pueda pensar que hay que ser muchísimo mejor. Vale, se tiene que aspirar siempre, pero hay que saber que lo conseguido hasta ahora es muy difícil y hay que valorarlo, como creo que lo hace toda la gente de la Isla.

¿Es un marrón sustituirle? Lo apunto porque entrarán en juego las comparaciones. Y el equipo ha jugado dos finales los dos últimos años...

Ese planteamiento no debe existir. Lo puede hacer gente, pero el planteamiento está en no comparar con la anterior, sino en continuar, en cómo podemos disfrutar ahora. Por eso he mencionado muchas veces, en las ruedas de prensa, que había que estar con los pies en el suelo. Hay que valorar lo que se hace y comprender las cosas, las dificultades que hay. No solo hay dificultades propias como los rivales, que pueden estar en un gran momento. Y hay que aceptarlo así, hacerlo lo mejor posible.

¿Se ha sentido cómodo?

Sí.

En los últimos 20 años, el equipo sólo ha tenido cuatro entrenadores y todos han cumplido el contrato. ¿Eso se nota a la hora de trabajar?

Esa es otra de las cosas a tener en cuenta, al igual que he comentado antes lo de tener un presupuesto que no está a expensas de cubrir huecos de los años anteriores. Contar con una trayectoria en la que se demuestra una confianza total en el entrenador es un valor muy importante. Un entrenador que entra en un sitio, en el que en los últimos tres años ha habido siete entrenadores, ya sabe que no es tan agradable. Me he sentido apoyado y lo valoro.

Por todas sus circunstancias, por el presidente, el director deportivo, el entorno, ¿el Granca es un sitio ideal para trabajar?

Hombre, yo creo que hay una cosa que seguro que es muy motivante para el entrenador que venga, que es conseguir lo mismo, mantener la misma línea, pero con más jugadores de la Isla. Y no solo me refiero a que sean canarios, que si lo son, pues mucho mejor, pero en el mundo actual no tienes que pensar en eso. Tienes que pensar en los cadetes, en los júniors, en la posibilidad de ir incorporando a esos jugadores. No tal vez cada año, pero sí mas frecuentemente. Eso es un reto muy bonito, que además creo que está al alcance porque en el club se tiene la cultura de trabajar ahí. La cantera, aquí, no es un tema que esté descuidado como en otros clubes, que dicen "nosotros no nos preocupamos, porque eso es mucho gasto". Representa mucho y ese es un aliciente más para estar motivados con lo que viene.

Habla de cantera. ¿Cree que Tavares se fue antes de tiempo a la NBA? ¿Considera que ha perdido un año?

Perderlo, no lo sé. Pero, desde luego, muchas veces la propaganda excesiva que es la NBA lleva a cometer errores en casos como el de Edy. No creo que haya sido lo mejor para él. Pero bueno, antes de llegar a la NBA hay que pensar en triunfar en la NBA. Y para eso hay que saber cuándo es el momento. Es difícil decidir, por parte del jugador, cuando están envueltos en esa publicidad.

¿Qué vio en Pasecniks?

Es un jugador que tiene que mejorar físicamente, pero que tiene capacidad y lectura de juego. Y tiene unas cualidades que le van a permitir cada vez ser mejor. Este año ha logrado bastante con lo que ha hecho. Tenía a Omic y Savané delante y buscarle hueco era difícil. Además, lo hizo siempre en base a pocos minutos y a tener que demostrar en pocos minutos cosas. No ha sido una apuesta pero él se ha ganado que apostemos por él. Galdikas, que no terminó de adaptarse, fue desplazado porque él estaba ahí y porque pensamos en su futuro y en su futuro dentro del club.

¿Se va con algún momento de frustración? ¿Piensa que en algún momento pudo hacer más?

Creo que no. Tenemos que aceptar lo que hay y lo que tenemos. Si nos ponemos a pensar "si hubiésemos hecho no sé qué" sería para sumar más con castillos de arena y eso no vale la pena. Como suelo decir con la Copa de Europa del Barça, cuando la gente apunta "es que si el árbitro no se hubiera equivocado", vamos a valorar lo que hemos hecho. Lo que hemos hecho incluye los errores de los árbitros, los míos y los de los jugadores. No vale lamentarse cuando hay que estar satisfecho con lo que hemos hecho.

¿Tiene cura la ACB?

Yo creo que la ACB se está recuperando. No va a ser una recuperación muy pronunciada ni a mucha velocidad, pero hay alguna cosa que está mejor. Hay menos deuda en los clubes, se televisan todos los partidos y con calidad. Esto, tal vez, es un primer paso que además tiene que ir acompañado de la recuperación también del país. No solo es el baloncesto, es también el país. Hay que tener paciencia. Hay veces que va mejor y otras peor.

¿Qué hacemos con el Estudiantes?

Vamos a ver, vamos a ver. El Estudiantes la parte más importante que tiene que hacer y que no siempre es posible es sacar a los jugadores de la cantera como ha hecho tradicionalmente. Pero entendiendo que no siempre puede ser. Lo hemos visto con el Joventut. Hay que volver a recuperar ese terreno para la estabilidad futura del club.

¿Hay alguna forma de hacer más atractivo el juego?

Sí, vamos a ver. Hay formas. Una, la que defiendo habitualmente, es el tema de las reglas. Hay normas, como que las faltas antideportivas sean antideportivas o que no se pueda frenar un contraataque cuando no hay intención de tocar el balón, que deben cumplirse a rajatabla o cambiar, porque eso resta velocidad, que es una cosa bonita del juego. Luego otras muchas que están en la línea de hacer un baloncesto para tontos. Me explico. A los que son listos les cambian las reglas para que no saquen ventaja por ser listos. Y después hay otra cosa más difícil, ¿cómo llega más eso a un gran público? Creo que, en general, las aficiones de los clubes han ido creciendo moderadamente, pero creciendo en un periodo de crisis, ¿pero puede crecer a un nivel mucho más alto? Eso ya es cuestión de política. El fútbol está muy arraigado y los medios están involucrados en ello, lo que genera un efecto multiplicador. Entonces hay que luchar por tener más cuota, pero la parte más importante es que no descuidemos el trabajo de ser mejores con la técnica y también con la mejora del reglamento. Si eso se hace, tendrás la oportunidad para dar pasos hacia adelante.

¿Qué se lleva?

Un recuerdo magnífico. Conocía todas las Islas, pero ahora ya conozco en profundidad Gran Canaria. Y me llevo la confirmación de lo que es la gente. Siempre he dicho, aunque ahora ya es diferente porque la gente viaja mucho más, que ese cariño que tiene la gente de Canarias para recibir a los foráneos es una forma de mantenerse en contacto con el mundo y se nota muchísimo. Tienen un carácter muy diferente a muchos de los sitios en los que he estado, que también son acogedores, pero no tanto como los canarios.

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