Gales y Eslovaquia iniciarán hoy su andadura en la Eurocopa en un día histórico para ambas selecciones. La primera, porque vuelve a una gran competición después de 58 años. Y la segunda porque se estrena en el torneo tras varios intentos sin éxito y con la vista puesta en un nombre: Gareth Bale.

El jugador del Real Madrid será el centro de todas las miradas en el partido inaugural que disputarán ambos equipos. Aunque en Gales no quieren que su estrella sea el principal foco de atención, es inevitable que uno de los mejores jugadores del torneo sea el mayor atractivo del duelo que abrirá el Grupo B.

A lo largo de la última semana, los hombres de Chris Coleman e incluso el mismo Bale, han intentado dejar claro que Gales no es un solo hombre. Y, lo cierto es que, aunque Bale explotó en la fase de clasificación con siete dianas, la solidez defensiva del conjunto británico ayudó también a lograr una clasificación histórica.

Gales no llegaba a una fase final desde el Mundial de Suecia en 1958. En aquella ocasión, el equipo liderado por John Charles, el Gigante Bueno, alcanzó los cuartos de final y solo Brasil pudo con ellos.

Ahora, con Bale al frente, y acompañado de Joe Allen y Aaron Ramsey, Gales espera hacer un buen papel. Su lema, ir partido a partido. Y así lo ve Coleman que, sin embargo ha tenido problemas con tres de sus jugadores.

El propio Allen, Joe Ledley y Hal Robson-Kanu, han tenido molestias físicas a lo largo de la semana. Aunque su entrenador avisó de que estarían preparados para debutar, es posible que alguno se caiga.

Eslovaquia apelará al espíritu de Sudáfrica, donde se clasificó para octavos del Mundial después de ganar 3-2 y eliminar a Italia en el último partido de la fase de grupos. Y, por qué no, al espíritu de 1976, cuando la Checoslovaquia de Panenka ganó la Eurocopa con ocho jugadores eslovacos en el once.

Al frente de Eslovaquia, el centrocampista del Nápoles Hamsik, que ha firmado una buena temporada marcando ocho goles entre todas las competiciones oficiales. También destaca Vladimír Weiss, que se compenetra muy bien con su compañero y ambos pueden ser un dolor de cabeza para Gales.