¿Cambia la perspectiva con la que se analiza el curso después de una semana desde que finalizara el tercer partido de cuartos de final frente al Baskonia?
Por supuesto, cuando se acaba el partido en Vitoria con esa derrota, pues duele. Duele mucho porque sabes que significa que la temporada está acabada, que todo llegó a su fin y más porque en cierto modo te veías con posibilidades de seguir. En ese sentido, eso ya pasó, ya está olvidado. Yo soy una persona a la que le gusta pasar página rápido y mirar hacia adelante cuanto antes. En ese sentido, ya me siento tranquilo porque con calma, analizada la temporada, te das cuenta de que hemos hecho un gran trabajo. Hemos aprendido a jugar bastante con Aíto, ves como muchos compañeros han mejorado durante esta temporada y que juntos hemos podido poner en práctica un buen baloncesto. Todas esas cosas me hacen sentir muy bien, muy satisfecho.
Habla de García Reneses, ya fuera del Herbalife, y de la capacidad para mejorar a sus jugadores. ¿Usted se nota mejor jugador después de pasar por sus manos?
Pues sí, la verdad. Creo que mi juego ha evolucionado. Con él me he dado cuenta de muchas cosas. Por ejemplo, creo que ahora soy un jugador más inteligente a la hora de moverme y de hacer ciertas cosas en la pista. Al final se quedan reflejadas las cosas de Aíto, porque los entrenadores son todos diferentes. Lo cierto es que me sentía muy cómodo con todas las cosas que él me pedía. Como siempre pasa cuando tienes un entrenador y se va, lo echarás de menos hasta que llegue otro con el que te acostumbres a trabajar y a aprender día a día cosas nuevas.
¿Sorprendió en el seno del vestuario la decisión del técnico de abandonar el club tras dos años de éxitos?
Sí, un poquito. Esperábamos que se mantuviera al menos un año más. Terminaba contrato y son decisiones profesionales que la gente toma. Hay que aceptar su decisión, en parte es lo que ha decidido hacer con su vida.
En ese asunto, ¿cómo vive estos días de transición donde el Gran Canaria se encuentra en la búsqueda de otro entrenador?
Nosotros estamos con esa incógnita. Por supuesto que nos gustaría ya saberlo, pero no sabemos nada de nada. Como siempre, habrá que esperar.
Hay otros miembros del último Granca que tampoco estarán. Brad Newley ya se encuentra en Australia después de cuatro años en el club. Albert Oliver, Kyle Kuric o Sitapha Savané también acaban contrato y no conocen su futuro.
Por ejemplo, lo de Brad (Newley) era un tema que ya se conocía e intuía. Tenía una buena oferta para volver a casa con su familia y además poder estar más cerca de los suyos, una situación bastante cómoda para él. Visto así, es algo que se acepta. Nos acordaremos de él y nos hubiera hecho falta porque es un jugador que ya llevaba aquí cuatro años, que en el deporte es mucho tiempo. Yo llegué aquí junto con él y la verdad que, en ese sentido va a hacer falta como compañero. Con Albert (Oliver), también me ha unido una fuerte amistad. Tenemos una unión dentro y fuera de la cancha. Por supuesto que me gustaría que continuara, pero son decisiones que las tiene que tomar el club. A mí no me gusta meterme demasiado en este aspecto porque yo también me he visto en esa situación de acabar contrato y no saber qué va a pasar conmigo. Así que lo mejor es que lo arreglen entre el club y sus agentes, no que me ponga yo a hablar de esas cosas. Eso sí, si por mi fuera pues me gustaría tener siempre a mis guerreros aquí al lado.
Han sido cuatro años con Brad Newley en el vestuario. ¿Con qué momento de los que ha vivido con él se queda?
Con absolutamente todos. Disfruté cada momento que pasé con él, tanto los buenos como los malos. La verdad es que ha sido un gran compañero. Hemos tenido nuestros roces, nuestras peleas porque, hasta él mismo lo reconocía, en los entrenamientos se volvía muy competitivo. Sin embargo, creo que ese punto fue algo que él siempre pudo controlar bien aquí con nosotros. Además supo canalizarlo bien y hacerlo en el momento justo, porque creo que esos enfados que él se sacaba servían para contagiarlo a algunos que lo necesitaban. Es algo que ahora se tendrá que conseguir a través de otros jugadores y si no, pues ya estoy yo aquí para pelearme con todos. Es lo que hay. Nosotros en ese sentido vamos a echarlo de menos.
En el plano particular, ¿cómo valora su temporada?
Yo intento no valorarme mucho en ese sentido sino quizá en qué he podido aportar para que el equipo haya sido mejor este año. De verdad que eso es con lo que me quedo, con poder ayudar a los compañeros, pelear en defensa cuando me ha tocado, arrimar el hombro en los pequeños detalles... Eso fue algo en lo que Aíto me insistía mucho, que mi juego se basara en ayudar siempre al equipo en que tenga a ese tipo de jugador. Estoy contento porque creo que lo he conseguido. En el plano más estrictamente individual, he funcionado más o menos como siempre: si el equipo funciona bien, pues yo me muevo muy bien; si el equipo va mal, pues trato de buscar la fórmula para que vaya mejor.
Viendo los jugadores que terminan contrato, los que lo tienen asegurado y los que pueden salir, ¿cree que el Granca puede volver a mostrar este nivel competitivo del curso que ha finalizado?
No sé, no lo sé. Es que yo el año pasado no sabía que íbamos a poder hacer todas estas cosas, ni el anterior tampoco y el otro de atrás tampoco... no sé. Todos los años que empiezan siempre hago el mismo planteamiento de empezar desde cero. La cuestión es hacer un buen grupo, centrarnos en cómo vamos a competir, en intentar conjuntarnos como un grupo. No puedo pensar en nombres solo para saber si vamos a ser buenos o vamos a ser malos. No pienso en eso, lo que necesitamos es grupo.
